Con que ganas vamos a volver a pasear por Bilbao, con sus aceras tapizadas por una loseta que forma parte de las señas de identidad de la ciudad, más que el NaZionalismo (cosa perecedera y ya con escaso futuro), y más que el vascuence, que nunca se habló en las calles de Bilbao (era cosa propia de aldeanos incultos), y que ahora sigue en franca regresión gracias a los turistas que vienen a ver el Guggenheim Bilbao Museum.
Sí, Ferchu, te recomiendo que te des un paseo por tu barrio que es el mío, y te darás cuenta de que el que está en regresión es el castellano. Cada vez oigo más y más euskera entre las parejas jóvenes con hijos. Seguro que te salen sarpullidos en el tímpano, pero dar la espalda a una realidad es de lerdos.
ResponderEliminarFdo el plasta