Los analistas políticos y económicos que hacen el juego al NaZionalismo (que siguen siendo legión) no se atreven o, más bien, no quieren darnos una explicación convincente de la siguiente noticia:
"Cada vez menos vascos
El mundo va a más. Nosotros a menos. Dicen que será, principalmente, por el descenso de nacimientos, aumento de la emigración a otras zonas por búsqueda de trabajo y regreso a lugares de origen".
El informado lector sabe muy bien el porqué de este silencio: porque supone poner en cuestión la "arcadia feliz" que Juanjo Ivarreche y los suyos (tanto antecesores, como coetáneos o sucesores) quieren vendernos falsamente, porque nadie se marcha voluntariamente ni de buena gana de una zona rica, libre, segura y con buenas perspectivas en lo económico y en social. La gente sólo huye, o se marcha, de zonas inseguras, carentes de libertad, y con mal futuro económico y social, es decir, la gente se sigue marchando de Vascongadas.
Este éxodo, esta diáspora contemporánea, este huir de akí, tiene, sin embargo, para los NaZionalistas un efecto aparentemente positivo, aunque engañoso, porque en realidad es una cortina de humo que esconde el endémico más de nuestra región, y es que al marcharse tanta gente, los pocos que quedan se "reparten" (estadísticamente, claro está) el PIB y "toca" a más per capita, o sea, aparentemente seguimos siendo la región más rica de España, o casi, como en los tiempos de Franco, pero no es verdad: una las variables más importantes en el cálculo es falsa.
"Cada vez menos vascos
El mundo va a más. Nosotros a menos. Dicen que será, principalmente, por el descenso de nacimientos, aumento de la emigración a otras zonas por búsqueda de trabajo y regreso a lugares de origen".
El informado lector sabe muy bien el porqué de este silencio: porque supone poner en cuestión la "arcadia feliz" que Juanjo Ivarreche y los suyos (tanto antecesores, como coetáneos o sucesores) quieren vendernos falsamente, porque nadie se marcha voluntariamente ni de buena gana de una zona rica, libre, segura y con buenas perspectivas en lo económico y en social. La gente sólo huye, o se marcha, de zonas inseguras, carentes de libertad, y con mal futuro económico y social, es decir, la gente se sigue marchando de Vascongadas.
Este éxodo, esta diáspora contemporánea, este huir de akí, tiene, sin embargo, para los NaZionalistas un efecto aparentemente positivo, aunque engañoso, porque en realidad es una cortina de humo que esconde el endémico más de nuestra región, y es que al marcharse tanta gente, los pocos que quedan se "reparten" (estadísticamente, claro está) el PIB y "toca" a más per capita, o sea, aparentemente seguimos siendo la región más rica de España, o casi, como en los tiempos de Franco, pero no es verdad: una las variables más importantes en el cálculo es falsa.
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