Ayer
hablamos del asunto, hoy también. Hoy traemos a nuestra portada la foto de la
portada (y la portada misma) de El Correo de ayer. Es patética, el aún gerente
del PP de Vizcaya solo, expulsado del grupo juntero del PP, aislado, ya como portavoz
y miembro único del Grupo Mixto … y pasando delante de él el aún Secretario del
PP de Vizcaya, y juntero, y portavoz del grupo juntero del PP; hasta hace unos
días eran amigos íntimos, ¡cuantas veces no habrán comido juntos!, ¡cuantas cosas
no se habrán contado y sabrán el uno del otro!, ¡cuantas veces no se habrán
hecho favores de muy diverso tipo!, ¡cuantos años compartiendo oficina y con
despachos contiguos!, y ahora ni se saludan, ni se miran …
Nunca
jamás el grupo juntero PP de Vizcaya, ni el propio partido por un acto político,
habían merecido ocupar la portada del diario más leído del País Vasco, El
Correo. Ayer sí, el escándalo en el PP de Vizcaya es mayúsculo y El Correo lo
recoge, de momento sin “hacer sangre”, sin mayores comentarios, parece como si
el periódico estuviera a la espera de novedades: el informe definitivo de la
auditoria de las cuentas, las decisiones subsiguientes, quizás el despido
disciplinario del gerente y del contable, la reacción de los despedidos, que
saben mucho (¡lo saben todo!) de 30 años de contabilidad del PP de Vizcaya,
quizás levanten las alfombras, quizás den datos de destinos concretos de
partidas concretas de dinero que ahora el común de los mortales ni nos podemos
imaginar … el carácter personal del aun gerente hace presagiar que no solo
atesore dinero ajeno, sino baúles del información que puede poner en los medios informativos en cualquier momento, y en capítulos o en porciones, durante años. ¡Vamos, tipo
Bárcenas!, ¡vamos, el “bárcenas” del PP vizcaíno!.
Pero, a lo que vamos, la portada de El Correo de ayer,
¿no exigiría la inmediata dimisión en pleno del comité ejecutivo del PP de Vizcaya?, con
el aun Presidente Antonio Damborenea a la cabeza.
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