Una semana y un día antes de las elecciones
regionales autonómicas vascas del pasado 12 de julio un periódico local
entrevistó al policía en excedencia (¿un “villarejo” local?), lo de menos
fueron las tonterías que dijo, al gusto, modo y manera de los epígonos del
racista y xenófobo Sabino Arana, y lo de más la forma chulesca en que se sentó
en un banco de los Jardines de Albia, próximos a la sede de su partido, y de
los que se ha apropiado poniendo una estatua del mamarracho que les parió,
digo, que les fundó …
El
maleducado se sentó sobre el respaldo y puso sus sucios pies sobre el asiento,
donde probablemente se sentaron ciudadanos unos minutos después y se mancharon
con el barro de las pezuñas del prehomínido o quizás del entelodonte.
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