En los días pasados han sido noticia dos sanciones impuestas a jueces por, digamos, no haberlo hecho bien en su trabajo. Por un lado, el Juez Sr. Ferrín Calamita ha sido sancionado con la pena de inhabilitación de dos años, tres meses y un día, una indemnización de 6.000 euros a las adoptantes lesbianas y el pago de las costas ... por retrasar el proceso de adopción de un niño por una pareja de lesbianas. Y por otro, el Juez Sr. Tirado (el del caso "Mari Luz") ha sido sancionado con una multa de 1.500 euros. La inadecuada comparación entre cosas distintas (sanción penal por sentencia judicial y sanción administrativa por el C.G.P.J.) ha llevado a los más exagerados comentarios sobre la diferente vara de medir que ha existido en ambos casos de mala praxis judicial. No entramos en materia, apuntamos el asunto.
Pero, akí, en Vascongadas la diferente vara de medir se puso de manifiesto hace unos meses y hoy alcanza el zenit; recordará el sagaz lector que cerca de dos años el Lejendaccary compareció a declarar en el Palacio de Justicia de Bilbao por la querella del Foro Ermua, y que ante la sede judicial el PNV "concentró a sus fuerzas", cuanto más brutas mejor ... y el resultado fue que un conocido animal de bellota, incluso con responsabilidades políticas en un Consejo de Distrito de Bilbao por el PNV y ex-trabajador de los talleres de la Policía Autonómica, agredió a patadas ("dícese del golpe propinado con una pata por un animal") a los miembros del Foro Ermua a quienes tuvo a mano (mejor dicho, "a pata"), y es conocida la imagen de la patada del cafre a las partes nobles de Antonio Aguirre, que quedó K.O. en el suelo junto a la entrada trasera del Palacio de Justicia de Bilbao.
Pero, akí, en Vascongadas la diferente vara de medir se puso de manifiesto hace unos meses y hoy alcanza el zenit; recordará el sagaz lector que cerca de dos años el Lejendaccary compareció a declarar en el Palacio de Justicia de Bilbao por la querella del Foro Ermua, y que ante la sede judicial el PNV "concentró a sus fuerzas", cuanto más brutas mejor ... y el resultado fue que un conocido animal de bellota, incluso con responsabilidades políticas en un Consejo de Distrito de Bilbao por el PNV y ex-trabajador de los talleres de la Policía Autonómica, agredió a patadas ("dícese del golpe propinado con una pata por un animal") a los miembros del Foro Ermua a quienes tuvo a mano (mejor dicho, "a pata"), y es conocida la imagen de la patada del cafre a las partes nobles de Antonio Aguirre, que quedó K.O. en el suelo junto a la entrada trasera del Palacio de Justicia de Bilbao.
El agresor tardó en ser identificado (los "compis" suyos de la Consejería de Interior le dejaron marchar sin más, incluso quizás como un héroe), pero lo fue, pero como si nada, porque (y aquí sí ha habido una clara doble vara de medir) en lugar de procesar al agresor, fueron procesados los agredidos ... y por desórdenes públicos.
Fíjense: los NaZionalistas vascos convocan a su masa borreguil para aclamar a su lejendaccary santua y abuchear a los querellantes, y organizan serios desórdenes públicos. Del abucheo pasan a la agresión ... y al final, los agredidos, las víctimas, son procesadas por los desordenes públicos.
¿Verdad que es como de chiste?, excepto quizás por ese dolor tan intenso y particular que sólo conocen los varones a los que les han sacudido una coz en los testículos.
Pues bien ... hoy es el juicio; hoy veremos en que queda lo de la doble vara de medir de los jueces vascos.
Pie de las fotos: arriba a la izquierda ven como se las gastaban las "bases" NaZionalistas en la puerta de atrás del Palacio de Justicia, mientras los "jefes" se hacían las víctimas en la puerta principal. ¡Que falsa es esta grei!.
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P. S. Nos dice nuestro corresponsal de guerra, que ha acudido al juicio, que el resultado ha sido el siguiente: "Se ha tratado de un juicio de faltas, con cuatro imputados: el agresor del PNV, la víctima agredida (patada en los testículos) del Foro Ermua y dos personas más que estaban con el agredido, también del Foro Ermua. Antes de comenzar propiamente el juicio se ha producido una comparecencia de los abogados y el fiscal ante el Juez, con la siguiente propuesta del Ministerio Público: el Fiscal no iba a presentar acusación contra las víctimas del Foro Ermua, y sí lo iba a hacer contra el fanático NaCi del PNV, al que iba a solicitar una pena de multa de 40 días (con 12 euros/día de cuota), y una indemnización de 420 euros para el agredido del Foro Ermua (Antonio Aguirre). Ha planteado la conformidad de las partes, que han aceptado, por lo cual su Señoría ha dictado sentencia "in voce" en los términos expresados, y al manifestar todos los comparecientes su deseo de no recurrir ... la misma ha devenido en firme al momento de ser dictada".
El resultado ha supuesto por tanto: el éxito del Foro Ermua, bajo la dirección letrada de D. Fernando García-Capelo, la condena del agresor del PNV y, lo que quizás es más importante, ha quedado al descubierto la falsedad del informe de la Policía Autonómica vasca al imputar a los agredidos el origen del enfrentamiento, acusándoles de iniciar unos supuestos desordenes públicos. O sea, ha quedado de manifiesto la falsedad del atestado de la "policía política" vasca, a cuyo frente está el radicalismo sabiniano del Lejendaccary Ivarreche.
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P. S. (bis). Otra crónica del juicio, de otro testigo presencial (que también lo fue de la patada testicular), la tienen en el blog "Hablando en plata", sección "Cosas de Txapela Herría", con el título "Pasando Putas", a la que pueden llegar PINCHANDO AQUI.
Del texto (que les recomendamos leer al completo a través del enlace) extraemos un párrafo que nos afecta, dice así:
"Así que lo mejor del día ha sido cuando ha salido el secretario del juzgado y ha dicho: "Por favor, Don Alejandro Aramburu, Don Alejandro Aramburu Corral!" Se ha hecho el silencio entre las varias decenas de personas que esperábamos en la puerta de la sala, unos como testigos presenciales, otros como observadores y muchos cámaras, fotógrafos y periodistas de a pie. Y de pronto mi amigo Ferchu ha dicho en voz alta: "Ese es el de la patada en los huevos", le hemos oído todos, empezando por el Potro, que ha salido de su escondrijo y ha hecho el paseíllo intentado bajarse la boina un poco más, pero la pobre no daba más de sí."
De padres coceadores, hijos tirapiedras que se mean en los pantalones.
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