El último comunicado (a la fecha) de la banda criminal nacionalista vasca (el de hace un par de días) ha recibido respuestas contundentes de la mayoría de los partiros democráticos, y el habitual palmeo de los suyos, de los que no son demócratas y aspiran a que los criminales, asesinos y terroristas lideren procesos políticos, quizás al viejo estilo de las más sanguinarias dictaduras marxistas.
No es fácil resumir en pocas líneas el sentimiento de rechazo generado por esta pretendida nueva intromisión de los terroristas en la vida política regional y nacional, pero una buena aproximación puede ser el editorial principal de El Correo de ayer, se titulaba:
El Estado de Derecho no precisa del concurso de seis voluntarios extranjeros para verificar que ETA está en condiciones de volver a matar ".
Léanlo completo, es de corta extensión ... pero de largo recorrido.
Algunas de las palabras y frases que contiene son las siguientes:
“afán protagonista”, “irreversible final”, “enésima ocurrencia para dar ampulosidad a la fase terminal del terror”, “sádica burla”, “burda estratagema envolvente”, y concluye con un rotundo: “Un enredo en el que no debe caer ninguna formación democrática”.
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