Lo
de esta mujer no tiene nombre, pero la explicación es muy elemental: se trata de una podemita más, con todas sus rarezas, deficiencias, trapicheos y
desvergüenza; empezó su debacle cuando conocimos que llevaba años sin pagar el
alquiler de un piso municipal de renta social, a pesar de cobrar un sueldazo
como senadora del Reino de España; supimos después que no entregaba a su partido la parte de su sueldo que tienen estipulada, vemos, pues, que su “compromiso” con el
partido empezaba y terminaba en sí misma, tó
pá ella, lo que conducía al conflicto con el partido, ante lo cual la "buena" señora tomó la
decisión esperable: dejaba el partido, pero no el escaño de senadora ni el
sueldo … ¡coherencia podemita!, la
(in)decencia como bandera, el trinque por el trinque.
Suponemos
que el electorado alavés estará tomando nota de todo.
El
nuevo paso adelante de la Senadora podemita
alavesa es aparecer en la portada de la revista Interviú, ¡y que nadie se llama
a engaño!, no es una revista de honda y sesuda reflexión política, eso es solo
un embalaje averiado para envolver carne fresca (¡a veces!) de mujeres jóvenes
(¡a veces!) desnudas, o semidesnudas, que todo depende de cuánto les paguen por
el despelote.
Pues bien, llegados a este punto, veremos qué y cuánto exhibe la
Senadora podemita alavesa para saber
cuál es su precio y a qué se va a dedicar cuando se le acabe el txollo, es decir, cuando haya elecciones
generales y pierda su escaño en la cámara alta; de momento solo podemos atisbar
que, en este caso, el futuro es cierto, y que las mujeres de media edad
entraditas en carne … también tienen su público.
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