Ahora hay que esperar
que los separatistas catalanes se den por enterados, y se acojonen, y dejen de
hacer el tonto.
Pero si no, ¡hay que ir
a por todas!. Controlar la policía autonómica catalana, poner al frente a
mandos de la Guardia Civil y Policía Nacional … ¡y que actúen!, por ejemplo,
retirando “manu militari”, si hiciera falta, todas las urnas ilegalmente
colocadas si finalmente convocan el referéndum.
Y
al día siguiente, detener y poner a disposición de la justicia a todos los políticos,
e incluso funcionarios públicos, que hayan participado en las ilegalidades
cometidas.
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