¡Qué sucio!, ¡qué mugriento!, ¡qué fascista el tal Snchz!

Ayer el equipo de fachas que rodea, asiste y mantiene al “dotór” Snchz, hizo otra. Introdujo por sorpresa una enmienda a un ley que tiene como objeto la formación de los jueces en materia de violencia de género (¡que oportuno el muy machista y manipulador!), para modificar la ley de estabilidad presupuestaria y evitar el ejercicio de las competencias que tiene el Senado en esta materia, que podría no autorizar la modificación al alza del techo de gasto y comprometer los presupuestos suicidas que quiere plantear el “dotór” Snchz.

Es puro fascismo (al estilo de PutchdelMonte el año pasado por estas fechas en Cataluña): no le gusta el resultado de las elecciones y quiere impedir que la decisión de los españoles expresada en las urnas tenga el efecto legal que es obligado durante el actual mandato electoral.

Es antidemocrático y fascista privar de sus competencias al Senado, porque a Snchz no le gusta lo que los españoles han votado.

Es muy posible que el Tribunal Constitucional impida esta aberración … pero igual lo hace dentro de un lustro.