… y en eso están “pringados” todos: la mayoría son
dirigentes nacionalistas (“consejeros” del gobierno regional), Iztueta, Campos
(ambos de EA) y Uriarte (del PNV), pero también “sociatas”, la multimillonaria
(hoy ministra portavoz de Snchz, antes “consejera” autonómica) Isabel Celaá.
Qué incompetentes todos o … ¿estaban
“pringadillos”?, porque es difícilmente creíble que durante 12 años (2003 a
2015) hayan pasado por delante de sus narices, y ellos sin enterarse, los
pactos entre una pluralidad de empresas suministradoras del Dpto. de Educación,
para fijar precios, en materia de comida para los escolares en los comedores de
colegios públicos.
El fraude fue tan notorio que las
empresas concertadas para la chapuza fueron sancionadas con una multa de 18
millones de euros (rebajada después tras recurso al TSJPV) a tan “sólo” 7,4
millones. ¿Cómo nadie se dio cuenta de que los precios no bajaban de un mínimo (el
concertado entre los defraudadores) para no autojoderse
el negocio entre ellos mismos, por la vía de que alguno se “descolgara”
ofreciendo un precio menor. Al final, como siempre, pagaron los ciudadanos unos
precios hinchados que no bajaran por la teórica (pero no práctica) libre
concurrencia a los concursos públicos … porque tales concursos públicos no eran
libres, estaban amañados, se había reunido las empresas antes y se había
repartido qué colegio se adjudicaba a cada cual, por la vía de que los demás
pusieran en sus ofertas precios más altos.
Ocurría en estas adjudicaciones lo que también se esta
viendo ahora en la última OPE del Servicio vasco de salud-Osakidetza: el
tribunal se reunía clandestinamente y determinaban quien debía aprobar la
oposición, y a ese se le filtraban las preguntas para que las preparara en
casa, lograra un resultado brillante y con ello, la adjudicación de la plaza.
¡Asín funcionan los canallas
nacionalistas!: todos los negocios con la Administración “pá” los suyos, y todas las plazas en propiedad de funcionarios y
empleados públicos, “pá” los suyos.
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