Lo hizo el 3-O, y lo ha
vuelto a hacer ayer; el valor de lo que D. Felipe dio ayer es muy fácil de
entender, basta con escuchar alguno de los reiterados y reiterativos testimonios
de los procesados en el juicio que se sigue estos días en el Tribunal Supremo;
nos lo estamos haciendo y es auténticamente insufrible el carácter mesiánico y
fascistoide de todos ellos.
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