Se ha dicho poco (algo sí, en algún lugar hemos
leído la cifra), pero la sibilina reforma fiscal “a la carta” del PNV en
Vizcaya, de este verano, le iba a suponer a nuestrrrro
Athletic un ahorro anual entre 15 y 18 millones de euros, lo cual iba a tener
tres consecuencias inmediatas: romper el principio económico fundamental de no
interferir en la libre competencia, en el mercado, situar al Athletic en una
posición de privilegio frente a otros clubs de fútbol, y también, con ese
ahorro fiscal, poder incrementar en ese mismo “quantum” el salario de los
trabajadores-jugadores.
Alava y Guipuzcoa (provincias y sus capitales en
las que también mandan los del PNV) pusieron de inmediato el grito en el cielo,
y aquí, en Vizcaya, todos los partidos se posicionaron en contra (salvo los
autores de la barrabasada, o sea, el PNV).
Y,
así, el PNV ha tenido que claudicar … pero estos canallas no conocen el verbo “dimitir”,
ni el de “asumir responsabilidades políticas”, así que todo quedará en una
marejadilla de caquita de una semana de duración … y los canallas que han
montado el lío, esperarán agazapados a tiempos mejores, a que en el futuro y a
ser posible cercano, puedan repetir la jugada.
Rementería, ¿qué tal si lo dejas?, y te vuelves al caserío; bueno, tú y tu diputao floral de Hacienda.
Rementería, ¿qué tal si lo dejas?, y te vuelves al caserío; bueno, tú y tu diputao floral de Hacienda.
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