Los partidos de la izquierda toda la vida han
sacralizado “lo público”, y cuanto más a la izquierda, más radicales en
sacralizar “lo público” …
Pero todos sabemos (ya lo dijo Solchaga, el
Ministros “sociata”), que “el dinero público no es de nadie”, lo que parece que
significa para ellos que la eficacia y la eficiencia en el gasto no se tienen
en cuenta.
El resultado es muy simple: aeropuertos sin tráfico
de aviones, grandes puertos sin barcos (el Granadilla en Tenerife), estaciones
del AVE en páramos lejos de poblaciones, instalaciones de alta montaña para el
ski en pleno campo, lejos de la montaña, museos, polideportivos, etc. en sitios
imposibles, sin posibilidad de uso público … ¡cuantos miles de millones de
euros tirados a la basura en vísperas de la gran crisis de hace una década!.
Sabemos también que la administración ha crecido
de una manera desmedida, sin control; el gobierno central, aun vaciado de competencias,
sigue teniendo cientos de miles de funcionarios que no tienen trabajo, y en las
autonomías, en los ayuntamientos y en las diputaciones, el clientelismo político
local hace que se creen puestos de empleado público innecesarios, para simple
pago de favores con salarios muy generosos para gentes del partido o “compromisos”
varios …
La noticia tiene una gran razón de ser, aunque todo
el que conozca la administración pública lo sabe desde hace años … pero nadie
hace nada, ni hará nunca nada. ¡Al tiempo!.
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