Frases que tienen su aquel ...

“El nacionalismo es completamente anti-histórico.

Es una regresión a la forma más primitiva, cavernaria”,

Mario Vargas Llosa (XL Semanal nº 1.479, 28-02-2016)

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martes, 15 de septiembre de 2020

"Los antiguos vizcaínos", by Juan José Solozábal, Catedrático de Derecho Constitucional

Algunos desconocen que la historia no comenzó en las Vascongadas el día en que el gran canalla racista Sabino Policarpo vio la luz, o años después cuando se cayó del caballo, que seguro que era un burro (¡como él mismo!).
Pues bien, el catedrático Juan José Solozabal en un artículo en El Correo de ayer, lunes 14 de septiembre de 2020, escribe sobre los
El libro de Juan José Laborda ‘Los antiguos vizcaínos’, que acaba de aparecer, presenta una indudable continuidad con su reconocida contribución a la historiografía del antiguo régimen vasco, ‘El Señorío de Vizcaya. Nobles y Fueros (circa 1452-1727, Marcial Pons Historia 2012). Pero en él son destacables asimismo indudables novedades que singularizan a esta obra respecto de la precedente. En el presente volumen se trata de ofrecer en viñetas diferenciadas determinados aspectos del marco social y político en que desarrollaron su existencia algunos personajes destacables en la escena pública vizcaína. Nos encontramos así con el relato de algunas trayectorias biográficas de relieve, dando cuenta de su carrera profesional; notoriamente en el primer largo capítulo de la obra: Fortún Iñiguez de Acuña y Alonso Hurtado de Amézaga, representantes respectivamente de la nobleza tradicional (oñacinos) y la nobleza provincial (gamboínos). Tales personajes se mueven entre 1680 y 1730 en la esfera del Ejército o el gobierno del Señorío, y resultan retratados en el contexto institucional en que operaban, hablemos de las instituciones de gobierno vizcaínas o la relación con la Corona, reflejándose en el libro asimismo las referencias religiosas o de ética social que aceptaban.
Estos trabajos ejemplifican el dualismo estructural que caracteriza al régimen foral en su edad clásica: un Señorío que se delimita autárquicamente, pero que también se abre a horizontes marítimos cosmopolitas, hacia América primordialmente, y que presenta en su definición otras cualidades: familias nucleares y familias troncales; gamboiń os y onã cinos; consenso foral y violencia banderiza; foralidad y revuelta; villas y su Derecho castellano y localidades rurales y su Derecho foral; mercaderes y mayorazgos; nobleza provincial y nobleza tradicional; economiá capitalista y economiá nobiliaria, etc.
Este «continente foral», que ya se había expuesto convincentemente en la obra anterior de Laborda, ahora llega muy sugerentemente a unos terrenos solo esbozados previamente: me refiero a los excursos que hace nuestro autor al mundo ideológico, y específicamente, al catolicismo de la sociedad foral y al detalle de algunas singularidades del comportamiento sexual, especialmente de la baja nobleza vasca. Es muy interesante advertir que estas referencias ideológicas y morales se ofrecen en el libro en relación con situaciones contemporáneas en la sociedad europea de los periodos considerados. Sin duda el interés por el contexto europeo, que solo puede satisfacerse con un dominio de la bibliografía correspondiente como el que muestra Laborda, caracteriza señaladamente el hacer historiográfico del escritor bilbaíno.
Por lo demás, y si nos fijamos en los aspectos metodológicos, este libro ofrece continuidades, según advertía arriba, con la obra anterior de Laborda. El libro, aunque tiene una estupenda fibra narrativa pues se lee con gran placer, no es una colección de ensayos. Los diversos capítulos tienen una sólida apoyatura dependiente de su base documental en archivos judiciales y notariales, complementada por la mejor bibliografía académica disponible. El libro es fiel al canon que propone el propio autor: para que un trabajo sea fiable, nos dice, debe poseer un relato riguroso de los hechos del pasado, y a la vez, disponer de los met́ odos científicos del análisis histoŕ ico. Relato sin anaĺ isis , concluye Laborda, apenas eleva la narracioń histórica del nivel de la mera croń ica.
Por lo demás este volumen comparte con el anterior el recurso de Laborda a filtros o categorías que le sirvan para ordenar el relato y presentarlo argumentativamente al lector: ideas y categorías procedentes de la teoría sociológica, del Derecho político o la economía. Estas referencias son muy sugerentes, aunque su esquematismo obligado –después de todo, en puridad hablamos de tipos weberianos–, puede tener un cierto riesgo simplificador. Pondría dos ejemplos en los que, respectivamente, el marco teórico es muy útil o, al contrario, la validez del apoyo conceptual es más dudosa. Laborda acoge la diferenciación de Benjamin Constant entre los derechos de los antiguos, que se ejercen como funciones en cuanto actuaciones en nombre de la entidad representada, y los derechos de los modernos entendidos como traslación a los órganos generales de las posiciones propias de los representados. Laborda tiende a pensar que los poderdantes o electores de las anteiglesias y los propios cargos del Regimiento o gobierno vizcaíno –en especial en el caso de la actuación de algunos personajes como el síndico o algunas figuras como el ostracismo– relacionan mas la forma política vizcaína con los derechos de los antiguos que con los derechos de los modernos.
Hasta aquí el primer caso en el que, como decía, el marco conceptual aparece, según mi opinión, acertado. En cambio la referencia conceptual sociológica, si nos referimos al contraste que Tönnies establece entre sociedad y comunidad, aquella unión sin afecto y esta unión ante todo espiritual que le permite disponer con facilidad de una forma de gobierno consensual, creo que es más discutible. Quizás Laborda exagera cuando descuenta las evidencias de deficiencias censitarias o de la divisiones de clase en la sociedad estamental del Señorío. «Los bilbaínos, al llegar el siglo XVIII, y tambień inmediatamente antes de que estallara la insurrección de septiembre de 1718, estaban satisfechos con sus instituciones, con su orden social y econoḿ ico, y lo estaban porque para ellos seguiá siendo ventajoso».

lunes, 14 de septiembre de 2020

¡Que se preparen los empleados públicos!, congelación salarial o bajada de sueldos

Ya lo hizo ZP y ahora parece que “Snchz” repetirá la “fórmula socialista” para aliviar los gastos de todos los gobiernos y gobiernillos que tenemos, incluido el gobierno regional autonómico vasco del PNV y acompañante.
ZP bajó los sueldos de los empleados públicos un 5%, en junio de 2010, suprimió otros beneficios sociales, y congeló las pensiones.
Parece que ·”Snchz” va a repetir la experiencia.
Atentos todos a la elaboración de los presupuestos generales del Estado para el año 2021 … o sea, a temblar la ciudadanía estas Navidades.
¡Ah!, y no se fíen Vds. de la falacia NaZionalista ásta de la "contención salarial!, ¡mienten como bellacos!.

viernes, 11 de septiembre de 2020

Al "Snchz" le empiezan a crecer los enanos


Pero “Snchz” parece ser la reencarnación de “Antoñita la fantástica” … todo son brindis al sol, todo parece que lo va a poder “arreglar” a su manera, mintiendo hoy a unos y mañana a otros … pero desconoce que “no se puede engañar a todos todo el tiempo”.

jueves, 10 de septiembre de 2020

"Incomprensible, ¡qué nos pase esto a nosotrrrrros!

¡Vaya forma de empezar el curso escolar!. ¿Cuántas horas ha durado la ensoñación de que akí no pasa, ni puede pasar, nada?.
Estamos ante el gran drama de la que presume ser la mejor sanidad del mundo mundial.
La noticia es de ayer, bueno, son dos, pero muy juntitas ... el virus que se va a "cargar" el curso escolar, de una forma o de otra, y el virus que avanza de nuevo (¡como en marzo-abril!) y va viento en popa a toda vela ...
Y aquí el personal en la inopia.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Magnífico artículo de opinión en El Correo de ayer, 8 de septiembre de 2020, “LA DECADENCIA DE ESPAÑA”, de Luis Haranburu Altuna

La decadencia de España


La mediocridad de nuestra clase política es un serio lastre
A veces no reparamos en las evidencias que nos saltan a los ojos, es preciso que sean los demás quienes nos indiquen lo evidente. Llevados por la inercia de los días no nos damos cuenta de que España va mal. Retrocede, decae. Nos lo dicen los organismos internacionales, pero seguimos sin creérnoslo. Muy al contrario, se nos quiere convencer de que de esta «saldremos más fuertes», según reza la consigna de Iván Redondo. Y es mentira. Dice la propaganda monclovita que tras la crisis del Covid-19 nos espera un futuro «robusto» y es tan burdo el engaño que ni nos lo creemos ¿O tal vez sí y ello explicaría la desidia y la resignación que reina en el país? Dicen que el coronavirus tiene la culpa de todo, pero me temo que el virus tan solo ha desvelado la profunda crisis que asuela a España. En efecto, sus déficit estructurales eran ya visibles antes de la crisis sanitaria y ésta no ha hecho más que agudizarlos.

La decadencia de España es notoria, pero dentro de ella no lo es menos la de Euskadi por mucho que blasone sus excelencias. El Covid-19 también ha puesto en evidencia nuestras miserias. Y hablando de España, el primero de los fracasos es el de su vertebración territorial. Comparto la visión de Juan Pablo Fusi, quien en una reciente entrevista ha afirmado que «España tiene un grave problema, al margen de la pandemia, como es la organización territorial y el desafío de los nacionalismos». En efecto, la pandemia remitirá, llegarán las vacunas, pero los nacionalismos vasco y catalán perdurarán con su incansable vampirización de nuestras instituciones democráticas.

Pero, con ser importante la disfunción que ejercen los nacionalismos, existen otros problemas políticos que inciden en el deterioro institucional de España. No es el menor de ellos la mediocre calidad de nuestra clase política. Hubo un tiempo, el inmediato a la transición política, en el que las élites accedían a la política con una mochila cargada de experiencia, capacidad y excelencia demostradas, que contrastan obscenamente con la mediocridad de nuestros gobernantes actuales. Claro que hay excepciones, pero la generalidad de nuestra clase política procede de los oscuros pasillos partidarios donde han cooptado sin otro mérito que su lealtad al líder de turno.

El problema de España son sus políticos que ignoran cuanto es ajeno a su interés personal o partidario. El ejemplo palmario de ello lo tenemos en nuestro actual presidente del Gobierno, que ha antepuesto su ambición de poder personal al interés general de los ciudadanos. ¿Cómo explicar si no su opción obstinada y preferente por un Gobierno débil y minoritario que debe su proclamación a quienes tienen por último objetivo la ruina de España? ¿Cómo concebir una estabilidad real del Gobierno cuando desde su interior se ataca a las demás instituciones del Estado –Judicatura y Monarquía– con grave daño para su prestigio y función? Los rotos institucionales producidos por Unidas Podemos con la anuencia del PSOE al hablar de un Estado constituyente son una rémora que impide una acción de Gobierno racional y ponderada. Un Gobierno que dedica sus mejores esfuerzos a solapar sus errores y camuflar sus fracasos mediante la propaganda no puede menos que provocar el desbarajuste actual.

La decadencia de España tiene en la economía y en la educación sus otras facetas descarnadas. La OCDE nos sitúa a la cabeza de la caída del PIB y la UE constata nuestro retraso al situarnos en la cola de los países en la recuperación económica. Entre los rankings que encabezamos está el más triste de todos, que nos sitúa a la cabeza del mayor porcentaje de muertos por causa del Covid19. Del desastre educativo tan solo mencionaré las sucesivas actas levantadas por los organismos internacionales que como Pisa dan fe del funesto fracaso de nuestro sistema educativo ¿Qué futuro espera a un país que año tras año fracasa en su empeño por alcanzar no ya la excelencia, sino el término medio del entorno mundial?

El actual Gobierno de España cumple con todos los estereotipos de lo que Félix Ovejero señaló como propios de la «izquierda reaccionaria». Y a fe que lo es si nos fijamos en sus resultados. Su incapacidad de confeccionar unos Presupuestos solventes y asumibles por la UE puede significar el final de su recorrido.

Los problemas de España, sin embargo, no son solo imputables al actual Gobierno. La deriva decadente se inició con un funesto Aznar que nos llevó a la guerra de Irak y siguió con la presidencia del ‘panglosiano’ Zapatero, que tuvo en Rajoy su digna continuidad tántrica. La cuestión es que durante dos décadas España ha perdido gran parte de su reputación internacional y ha exasperado a los españoles, que se merecían otros horizontes.

La decadencia de España tiene como principal responsable a la clase política y al perverso sistema de su cooptación. Ya nadie habla de regeneración y todos se afanan en conservar su cuota de privilegios y la seguridad de sus sueldos. ¿Cómo va a funcionar un país si en medio del tan previsible como terrible rebrote de la pandemia su clase política se va de vacaciones? Al regresar bronceados y risueños tan solo se limitan a lavarse las manos, mientras culpan a la ciudadanía de irresponsable ¿Será posible? Lo es.

martes, 8 de septiembre de 2020

Los del PNV son unos militaristas fascistas en busca de revancha

Siguen los “juegos de guerra” del PNV, partido que perdió la guerra civil entre vascos que sufrimos entre el 18 de julio de 1936 y el 19 de junio de 1937 (liberación de Bilbao), o sea, 11 meses y 1 día.
Bien es verdad que los que ahora “tiran” más de la cuerda son otros NaZionalistas más recientes, y con experiencias más recientes, no de guerra sino de tiro en la nuca, por la espalda y a traición, ya saben los nuevos NaZis de la banda criminal nacionalista vasca, que se creen los nuevos gudaris.
Pues bien, este pasado domingo (06-09-20) unos mamarrachos disfrazados como hace más de 80 años, hicieron el payaso en un monte del pueblo vizcaíno de Gámiz-Fica; pretendieron viajar al pasado 83 años largos, al 12 de junio de 1937, cuando los chicos de Franco travesaron la zona camino de Bilbao …
¿Celebrar una derrota?, ¿es estúpido?, ¿o quizás es útil?, sólo una pildorilla más para seguir cultivando el victimismo que tanto gusta a los seguidores del gran canalla fascista y xenófobo que fue un tal Sabino Policarpo Arana, o sea. el ideologo del puto PNV.

lunes, 7 de septiembre de 2020

“Snchz” le ha cogido ya la medida a “Coleta o moño morado”


Que el presidente “Snchz” haya decidido apoyar la mega fusión de Bankia y CaixaBank, darle todos los parabienes y todas las facilidades, al margen de los “podemitas” y señaladamente de su propio vicepresidente del Gobierno, supone un punto de inflexión … “Snchz” se ha dado cuenta de que todos los escándalos de Podemos, les han debilitado terriblemente, los de Podemos no le pueden echar un pulso … por si la respuesta es que les echan del gobierno … y si así ocurriera ¡Podemos se derretirá como un azucarillo en un café con leche!.
Y “Coleta Morada” o “Moño Dorado”, ¡a callar! y ¡a tragar!.

domingo, 6 de septiembre de 2020

Mañana empieza la “cuesta”, el vía crucis ciudadano de la vuelta de vacaciones

El primer lunes de cada mes de septiembre es cuando realmente empieza el curso, o todos los cursos, el escolar de la vuelta al “cole”, el laboral de la vuelta al trabajo, el sanitario con el necesario abordaje de la segunda ola de la pandemia, el económico para evitar el hundimiento de empresas y trabajadores, el político para que empieza la cordura de todos los que viven de la política y no hacen lo que deben, ¡todos!.
Lo de menos es que el gobierno regional autonómico de las Vascongadas se constituya en todos días, después del juramento de este pasado sábado de Urcuyo en Guernica (Vizcaya). Por cierto, nuestro gobiernillo regional esta compuesto por un conjunto de cantamañanas de escaso porte intelectual, profesional, personal y político, ¡no se puede esperar nada de ellos!, son un seguro de vida para ellos mismos y su familia: un buen sueldo, una buena cotización y un plácido discurrir hasta la jubilación con una buena pensión.

sábado, 5 de septiembre de 2020

Renovarse o morir, de “Coleta Morada” a “Coño” (digo “Moño”) Morado


Cuando la superficialidad de los lideres, o supuestos lideres, deja en evidencia su incompetencia y/o sus múltiples carencias … solo les queda la imagen … y el lidereso de Podemos … ha cambiado la suya.

viernes, 4 de septiembre de 2020

Infame “Snchz”, ¡con lo fácil que lo tiene!.

Si “Snchz” tuviera un poco de decencia personal y política, y no fuera un talibán de medio pelo, lo tendría fácil: un gobierno serio a tono con Europa, en el que contaría con el apoyo del líder del P.P. Fuera “podemitas”, separatistas, pro etarras, fuera los antisistema … y volvamos a la ortodoxia democrática de la Constitución de 1978.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Una vergúenza. Y nos toman por tontos: la presentación pública de un secreto

No es fácil de entender la portada de El Correo de ayer, o sea, de lo que les ponemos hoy como imagen del día.
Parece que los políticos que van a mandar akí los próximos cuatro años se toman con recochineo la estulticia de los ciudadanos, pero de todos los ciudadanos, los que les votan y lo que no lo hacen.
PNV y PSE-PSOE-EE han quedado retratados en esa portada.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Para comenzar septiembre con las ideas claras


Ya ven; tuvieron que reconocer (el titular que les ponemos hoy es del 31 de julio pasado) que el “Comité de Expertos” sobre el que se basaban todas las decisiones políticas … ¡NUNCA EXISTIÓ!.
O sea, “Snchz”, Illa y Fernando Simón, son unos descarados mentirosos que debería salir de sus responsabilidades; sobre la mentira no se puede construir nada. Cese de todos los canallas que han venido mintiendo a España y a los españoles durante y sobre la alerta epidemiológica.

martes, 1 de septiembre de 2020

"Desafección en el constitucionalismo vasco", by Pedro Chacón, Profesor de la UPV

 

     El artículo que aparece definido en nuestra imagen del día, con su título (“Desafección en el constitucionalismo vasco”), su subtítulo y nombre y cargo de su autor, publicado el viernes 24 de julio pasado, unos días después de las últimas elecciones regionales en las vascongadas (12 de julio), dice así:


Mucho se está especulando en esta etapa poselectoral vasca acerca de la elevadísima abstención, que habría repercutido sobre todo en los resultados de los llamados partidos constitucionalistas, entendiendo por tales fundamentalmente al PSE y al PP. La abstención sería el resultado de un desistimiento por parte del constitucionalismo, pero a mí me huele más a desafección, que es algo sensiblemente distinto y por supuesto más grave.
Si echamos un vistazo al voto recibido por cada partido comprobamos, en efecto, que el nacionalismo tiene un electorado fiel pero que, no obstante, no ha subido en número de votos, sino que hay una tendencia a la baja también entre ellos. Pero esa tendencia en el caso del PSE y sobre todo del PP se convierte en una auténtica espantada a medida que bajan los índices de participación. Hay quien cree que no hay nada por lo que preocuparse. Si el nacionalismo mantiene su voto en escenarios de abstención elevada es porque el votante constitucionalista está tranquilo con ese resultado. En el momento en que el nacionalismo se eche al monte, entonces aparecerá de nuevo el voto constitucionalista para poner las cosas en su sitio.
Sería algo así como un desistimiento benigno pero que, a mi juicio, adolecería de dos vicios, al menos. El primero, considerar que la política constitucionalista debe estar a merced de la ciclotimia nacionalista. Por esa regla de tres, si el nacionalismo se mantuviera siempre en la moderación, pues como que no haría falta siquiera que existiera el constitucionalismo. Y el segundo, olvidarse de un hecho capital de nuestra cultura política y que consiste en que el nacionalismo siempre se modera cuando llegan elecciones y luego, con el resultado en el zurrón, es cuando saca su patita soberanista.
Es mucho más realista y además eficaz reconocer que el constitucionalismo padece de desafección por parte de sus votantes. El PSE lo disimula por su afán institucional, que le hace agarrarse a su coalición con el PNV para mantenerse en los cargos, más como inercia histórica que como resultado de un proyecto propio y de futuro. Hay quien le ofrece al PSE, para salvarse del torrente nacionalista, la rama federalista. Pero es esta una rama quebradiza y poco segura: ni el PSE está en condiciones de desarrollarla en toda España ni sirve para integrar al hoy votante nacionalista, que huiría de ella como de una peste homogeneizadora y demasiado fría, poco emocional, nada interesante.
Y el PP, como no puede disimularlo como hace el PSE, pues ahí lo tenemos, con esa indefinición permanente entre moderarse como vasquista o reivindicarse como españolista. Y de esa indefinición es de donde procede la desafección de su electorado. Pero la pregunta es: ¿Por qué presentarse como vasquista resulta moderado y, en cambio, hacerlo como españolista le convierte en aventado? ¿No reside en esa disyuntiva, ya de entrada, la asunción como propia de una interpretación nacionalista de la realidad vasca?
En un artículo anterior en estas páginas ya hacíamos notar que en Euskadi el PP no puede ser moderado como lo es en Galicia. Los escenarios son completamente distintos. Aquí la moderación se llama PNV, una moderación que le permite hacer guiños con Bildu al mismo tiempo que gobernar con el PSE o pactar con Casado si hace falta. Eso no está al alcance de ningún otro partido vasco.
Y con el tema foral hemos insistido mucho en estas páginas, para llegar a una conclusión: hay una cultura foral completamente desvirtuada que ha impregnado el ambiente político vasco y español desde el inicio de la Transición. Habría que corregirla, esto está claro, pero desde bases sólidas y no improvisadas, como se pretendió en la etapa de Alfonso Alonso. Su gestación se debió a autores sobre todo de izquierdas –y alguno de derechas– que le dieron hecha al PNV su hegemonía ideológica hasta hoy. Consiste en creer que el nacionalismo es la continuación natural del fuerismo. El símbolo efectivo de esa creencia política lo constituyó la supresión, en la Disposición derogatoria segunda de la Constitución española de 1978 y solo para el País Vasco, no para Navarra, de la Ley foral de 1839.
La fuerza que la derecha navarrista conserva todavía en Navarra se debe a que esa derogación no se aplicó para el Viejo Reyno. El PNV consiguió abolir la ley de 1839 para el País Vasco, simbólicamente sí, pero con ello ahogó cualquier salida foral para la derecha vasca, lo cual condena al PP a una reivindicación solo en clave constitucionalista y españolista. Mientras eso no se corrija de raíz, lo mejor es continuar con el constitucionalismo españolista, donde el PP no tiene competidor. Como el PP abandone esa bandera, pretendiendo ‘moderarse’, desaparecerá más pronto que tarde y Vox ocupará su lugar.

     No nos cabe la menor duda de que el P.P. vasco habrá tomado nota del análisis, y se aprestará a organizar en los próximos meses varios grupos de trabajo para promover la actualización de su mensaje y de su programa político. Le va el futuro en ello.

lunes, 31 de agosto de 2020

Hoy subiremos (a media mañana) Peña Cabarga, para preparar la Bilbao-Bilbao 2020

Hoy saldremos a rodar por Cantabria, con final en Peña Cabarga (que en ocasiones ha sido final en alto de la Vuelta a España), cerca del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, porque estamos culminando la preparación para hacer la randonée cicloturista Bilbao-Bilbao, en su 32 edición, que este año se demora al 13 de septiembre (también la cosa del confinamiento de por medio); haremos el recorrido largo, el de 125 kms., lo cual requiere mantener un cierto nivel de forma, de ahí que hoy nos alarguemos hasta la cumbre cántabra citada.
Si todo ha ido bien, mañana nos vemos en este rincón del ciberespacio.

domingo, 30 de agosto de 2020

¡Pobres escolares de las Vascongadas!, “pasan” del vascuence pero les obligan a mal aprenderlo, para …

para olvidarlo a la primera de cambio.
Los jodidos NaCis de akí quieren obligar a la población, sobre todo a la parte más indefensa, a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes, a aprender un idioma que les es ajeno, y al que odian; porque el vascuence podrá ser la lengua materna en algunos jóvenes en los rincones muy remotos de la geografía regional, sobre todo si sus padres son gente próxima a la puta Eta, o están fuertemente ideologizados por las narcoideas de aquel gran racista que fue Sabino Policarpo Arana.
Los jóvenes vascos de ciudad, no de caserío, no rurales,”pasan” del vascuence, saben que no les da nada pero que les quita mucho tiempo y les hace perder oportunidades.
Para ellos el confinamiento por Covid-19 ha sido (en ese particular aspecto) una bendición: han dejado el vascuence obligatorio en las aulas, tanto de profesores como de compañeros alumnos radicales, hasta tal punto que han convertido los recreos en auténticas torturas lingüísticas; en casa han estudiado otras materias, y se han expresado en su idioma natural (que no es el vascuence), pero ahora llegan las represalias, la venganza, la tortura de los dictadores NaZionalistas que mandan con dejes totalitarios.
Porque ya ven lo que dice el titular: el confinamiento ha perjudicado al vascuence y ahora lo van a reforzar e imponer para el próximo curso … que empieza ya muy pronto.

¿De verdad, quien puede decir que tenemos la "MEJOR SANIDAD DEL MUNDO MUNDIAL"?


Nuestros médicos (y enfermeros), que se forman en universidades muy, pero que muy mediocres, ¿cómo pueden algunos políticos (o todos) decir que conforman la mejor sanidad del mundo mundial?.
Nos toman por tontos.

sábado, 29 de agosto de 2020

Los NaZis catalanes en contra el uso del español o castellano

La tal miserable “conserjera” independentista de ¿cultura?, de la región catalana (María Ángeles Villalonga o Vilallonga, a saber), no pierde ocasión siempre que puede para montar una bronca contra el español o castellano, y contra España y los españoles … a principios del pasado mes de julio la montó dos ocasiones, una por la emisión de una serie juvenil de televisión en la que cree es su “tele” privada (TV3) y otra al afirmar que se habla “demasiado” castellano en el parlamento regional.
La pobrecilla es una indigente intelectual. Seguramente por eso, y solo por eso, es por lo que tiene cabida en el gobiernillo del Torra.

viernes, 28 de agosto de 2020

¡… Y (les) PARIÓ LA ABUELA!


Pues si, los supuestos “renovadores”, los “limpios”, los que “iban a cambiar las cosas”, los “decentes” … ¡¡y van y se caen con todo el equipo a la primera de cambio!!, que chorizos son los muy indecentes.

“Las derechas vascas”, by Juan Carlos Viloria

Doce días antes de las elecciones autonómicas vascas, el periodista Juan Carlos Viloria publicó en El Correo del 30 de junio de 2020, el siguiente artículo de opinión, que reproducimos seguidamente de forma íntegra (después llegaron los resultados electorales, y parece que tenía mucha razón):

Las derechas vascas

Desde la recuperación de la democracia en España siempre ha existido una derecha vasca fuerte y diversa social y políticamente hablando. Derecha liberal, centro derecha, derecha foralista y derecha nacionalista. Si las encuestas de intención de voto aciertan y el clima de alarma surte sus efectos, en breve, sólo quedará en pie la derecha nacionalista que habrá acaparado todo el poder y el monopolio de la representación de lo vasco. Pero la derecha nacionalista encarnada por el Partido Nacionalista Vasco es otra cosa. A lo largo de los años se ha ido desprendiendo de todos los fundamentos ideológicos que no obedezcan exclusivamente a la doctrina identitaria. Para el resto de la acción política ha evolucionado hacia posiciones de carácter pragmático y oportunista. De ahí que cada vez resulte más complicado ubicarles en el abanico convencional de los hemiciclos parlamentarios. Ni socialdemócratas, ni demócratacristianos. Esencialmente un movimiento.
Un partido de poder. Beneficiados por un desplazamiento lento pero constante del voto del centro derecha vasco constitucionalista han conseguido vaciar de apoyo social el espacio y la herencia de Adolfo Suárez, Chus Viana, Marco Tavar, Adolfo Careaga, Gregorio Ordóñez, Jaime Mayor. Eso supone difuminar de la vida política del País Vasco capítulos esenciales de su historia y de las convicciones de importantes segmentos sociales. Es decir, la herencia política poderosa que forman la Transición democrática, la amnistía, la Constitución, el Estatuto de Gernika. Que esa memoria se quede sin respaldo social y político en beneficio de un monocultivo nacionalista supone un triunfo aplastante del nacionalismo identitario en detrimento de la pluralidad social, de las identidades ciudadanas, de los cimientos constitucionales construidos a la salida de la dictadura.
El PNV ha cimentado su éxito electoral consiguiendo instalar en el inconsciente colectivo la férrea identificación entre vasco y nacionalista. Lo que no es nacionalista no es plenamente vasco según los parámetros ya asumidos, incluso desde el relativismo socialista en Madrid. El fracaso de los proyectos independentistas (ETA, Ibarretxe, Gure Esku dago) le han instalado en un territorio indeterminado que mientras va de lo confederal, a lo unilateral o al nuevo Estatuto, mantiene la llama del hecho diferencial. Esto, unido al control social basado en la movilización constante en clave de victimización y un ventajoso y procaz juego de alianzas, le han convertido en un poder fáctico inamovible."

jueves, 27 de agosto de 2020

"El número de tontos es infinito”.

Conocíamos frases similares: “En este país hay más tontos que botellines”, “En este país no caben más tontos”, y alguna otra. Creíamos habérselas oído a Herrera en su programa matinal en la COPE, pero ahora ya tenemos duda, porque tampoco es mala la que reza “El número de tontos es infinito”.
La última se debe a José María Guelbenzu, y sirve de titular a la entrevista que concedió a El Correo el pasado 19 de julio de 2020, que les recomendamos que rescaten y lean de nuevo, en este final del merecido mes de vacaciones que ya pronto se nos termina.

miércoles, 26 de agosto de 2020

¿Pero es que aquí “Roma ¡sí! paga traidores”?

Reflexione el amable e instruido lector sobre la célebre sentencia que, al parecer, puede tener 2.159 años … precisamente los que median desde el asesinato de Viriato.
Y reflexione por la que se nos puede venir encima con estos personajes (los que pagan y los que cobran), en el inmediato y preocupante futuro de España.
La noticia es del 27 de junio de 2020, de hace un par de meses, pero cobra actualidad de nuevo de cara al comienzo del nuevo curso político.

Una interesante valoración de las últimas elecciones regionales del 12 de julio

         

Una semana después de las últimas elecciones autonómicas en las Vascongadas, que fueron el 12 de julio de 2020, El Correo publicó un interesante estudio sobre la contracción del voto constitucionalista en las elecciones regionales en esta C.A.; el gráfico que lo acompañaba es el que ponemos hoy como imagen del día.
Además, el estudio contenía como subtitulares las siguientes “claves”:
         · OTROS TIEMPOS. El record del PP fue en 2001 con 326.000 votos; el del PSE llegó en 2009 con 318.000 papeletas.
         · DISCURSOS. El PNV ha dejado atrás la vía de Ibarreche y Bildu ha priorizado su discurso social sobre el soberanista.
         · “FUEGO AMIGO”. Socialistas y populares han visto cómo en numerosas ocasiones han sido “puenteados” por sus direcciones nacionales.
         Como no es nada fácil resumir en pocas líneas el contenido del estudio, recomendamos que lo recuperen bien de la versión escrita del periódico, bien de la edición “on line”, vendrá bien tenerlo en cuenta para el curso político que se iniciará en las próximas fechas.

martes, 25 de agosto de 2020

El PNV y su actitud en casi todo, en todo más bien, un problema para España


Desde el año 1977 el PNV tiene su road map (“hoja de ruta”), embrionaria en un principio, pero en continua elaboración y reelaboración, de tal manera que 43 años después constituye un autentico tratado del egoísmo, y del chantaje, y de la manipulación, además de un listado de precios a cobrar a quien gobierne en Madrid y pida ayuda al NaCismo regional español.
En horas bajas del socialismo español (al menos el que Snchz representa) el PNV cree que puede elevar su precio a niveles de auténtico estraperlo, de usura.
El “barrer para el convento” del PNV abarca todos los campos, ahora quieren tener denominación de origen vitivinícola propia, lo cual, además de una aberración jurídica, contraviene los designios de la propia naturaleza; porque una denominación de origen tiene que ver con conceptos metapolíticos, tiene que ver con regiones naturales (al margen de ideologías totalitarias de corte nazi fascista, como la de Sabino Arana y, en definitiva, como la del propio PNV), en decir, zonas que la naturaleza ha construidos durante milenios y les ha dotado de condiciones climatológicas, tipo de suelo, régimen pluviométrico, temperatura, etc. uniformes, que una decisión política no puede variar por mucho que se empeñen … que se empeñarán … y los “sociatas” s bajarán los pantalones, una vez más.

lunes, 24 de agosto de 2020

Pasear frente al casoplón de "Coleta Morada" no es delito ...

La imagen tiene ya varias semanas, es de El Mundo, y recoge una información que nos ha causado cierta satisfacción … el mes pasado han sido absueltas por la justicia, tras un “juicio rápido”, dos mujeres (hermanas) que han “visitado” varias veces a la familia “regia” de “Coleta Morada” … ¿su delito?, ¡pues ese!, pasear por delante del casoplón del canalla al que  no le gusta probar la medicina que él ha administrado siempre que ha podido a sus adversarios políticos y en dosis masivas.
Esperemos que esta sentencia haga “jurisprudencia”, y que arrecien las visitas al Vice, y a la otra “miembra” del gobierno que comparte con el machirulo mesa, cama y reuniones del Consejo de Ministros.

domingo, 23 de agosto de 2020

Sin final, sin título, sin gabarra ... ¡vaya miseria de gente!


La foto que les ponemos hoy es de 1983, tomada de la edición impresa de El Correo del pasado 3 de julio de 2020, esta acompañada de otra, en la página contigua, pero ya en color, hecha hace unos días, en esta segunda se ve la gabarra en el dique seco del Museo Marítimo, la foto “pica” hacia arriba, para reflejar parte de la fachada del nuevo estadio de San Mamés, que se “movió” unos cientos metros hacia la ría, y se asoma a ella, justo encima del Museo … toda una alegoría, la gabarra de los triunfos, en la ría, y el estadio allá arriba, recortando su silueta sobre el cielo de Bilbao, ¿se puede pedir más?.
Pues bien, la gabarra está hecha unos zorros, tan hecha unos zorros que no la pudieron sacar de paseo hace 5 años (2015), cuando el equipo ganó su último título, la Supercopa de España.
Ahora la cosa de un nuevo título esta muy en el aire; la final contra la Real estaba prevista para el 18 de abril, pero la alarma sanitaria impidió que se celebrara, ¡y así seguimos!.
La txulería de los nuestrrrrros hace que aún no se haya acordado la fecha del partido o, alternativamente, la decisión de celebrarlo a puerta cerrada, así que probablemente no tengamos un representante en Europa en la competición continental de ganadores de copa.
Pero aún así, quieren jugar la final con público solapándose quizás con la final del año que viene (¡así, con un par!), y si la gana el Bilbao …. ¡a la gabarra!.
Que la cosa va largo tiene como prueba evidente que ahora se inicie la reparación de la gabarra, que durará muchos meses.
¡Estamos entre palurdos!.

sábado, 22 de agosto de 2020

Trump hará lo que quiera, PERO AQUÍ NO TENEMOS LA MEJOR SANIDAD DEL MUNDO MUNDIAL

A los políticos españoles de todas las tendencias se les ha llenado siempre la boca con la recurrente (y falsa) frasecita de que en España tenemos la mejor sanidad del mundo.
La emergencia sanitaria que se inició en España este pasado marzo ha demostrado que tenemos una sanidad muy mediocre, de las peores de Europa … algún día, en breve, haremos un estudio al respecto.

Un polizonte NaCi maleducado dando mal ejemplo

Una semana y un día antes de las elecciones regionales autonómicas vascas del pasado 12 de julio un periódico local entrevistó al policía en excedencia (¿un “villarejo” local?), lo de menos fueron las tonterías que dijo, al gusto, modo y manera de los epígonos del racista y xenófobo Sabino Arana, y lo de más la forma chulesca en que se sentó en un banco de los Jardines de Albia, próximos a la sede de su partido, y de los que se ha apropiado poniendo una estatua del mamarracho que les parió, digo, que les fundó …
El maleducado se sentó sobre el respaldo y puso sus sucios pies sobre el asiento, donde probablemente se sentaron ciudadanos unos minutos después y se mancharon con el barro de las pezuñas del prehomínido o quizás del entelodonte.

viernes, 21 de agosto de 2020

"Democracia en tiempos fieros", by Ramón Múgica Alcorta

         El Correo, de Bilbao, publicó el pasado 23 de junio de 2020 el artículo que seguidamente reproducimos. Se podrá decir más alto, pero no más educadamente, ni con mayor claridad:
Democracia en tiempos fieros
Democracia intermitente no es democracia. Por eso la democracia no puede ponerse en cuarentena, aunque en tiempos fieros, sean de guerra o de epidemia, haya de adaptarse al medio. En nuestros días el poder no solo se legitima por su origen democrático; se le exige, además, eficacia. La responsabilidad que recae sobre él es tan inabarcable como su misión. ¿Cómo conjugar democracia y eficacia en tiempos duros, cuando es necesario hacer cirugía? La cuestión estriba en determinar las condiciones del ejercicio del poder en ese marco excepcional. Puede ayudar a encarar el dilema recordar algunas ideas muy básicas sobre el significado de la democracia.
El presidente Lincoln, en el Cementerio de Gettysburg (Pensilvania), noviembre de 1863, avanzada la Guerra de Secesión (18611865), habló apenas tres minutos. Lo hizo como ‘telonero’ de otro orador, pero su discurso es el que ha devenido inmortal. En la batalla de Gettysburg habían perdido la vida muchos hombres. Lincoln se refirió a la deuda que la nación había contraído con ellos: «Declaro aquí solemnemente que estos muertos no han perecido en vano, que esta nación, Dios mediante, verá renacer la libertad y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la faz de la Tierra».
Estas palabras se pronunciaron en un clima de desolación, sacrificio y muerte. El ‘medio’ presenta analogías con el de la vigente pandemia. Como ocurre con los ‘concentrados expresivos’, la interpretación de la fórmula «gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo» plantea dificultades. ¿Qué quiso decir Lincoln con ella? Fuera lo que fuese, sirve de guía para intentar un análisis de las condiciones de la democracia. Las preposiciones ‘de’, ‘por’ y ‘para’, referidas al gobierno y al pueblo, definen condiciones y, si no se dan todas ellas, no hay democracia.
a) Gobierno DEL pueblo alude al origen; expresa de dónde procede el poder: ‘del’ pueblo, lo que inmediatamente evoca elecciones libres, limpias y participativas. Pero uno intuye que el sistema no acaba de atraer a los más aptos. Ya por falta de incentivos, ya por la existencia de contraincentivos (la mala opinión que se tiene de los políticos, los costes de oportunidad para los más capaces), podría resultar que se abandonara el campo a aventureros irresponsables. El sistema no garantiza la mejor selección de la especie. Frente a estos riesgos existe, creo, un jarabe eficaz: el sentido de la responsabilidad individual, que solo lo procura una buena educación política… y general. La democracia no se regala: se gana y se mantiene cuando se merece.
b) Gobierno POR el pueblo. El gobernante, democráticamente elegido, ejerce el poder en nombre del pueblo. Es su fiduciario, su ‘instrumento’ (con perdón) de confianza. Por eso, aunque goce de pedigrí democrático por su elección, la democracia quiebra cuando gobierna un ‘yo soy el Estado’. Populismo no es democracia. El populista ‘maneja’ al pueblo y en la democracia el pueblo manda. Los regímenes populistas están encabezados por un tirano zalamero, que goza, no de autoridad, sino que es mentiroso y/o brutal. Su liderazgo no se funda en el verdadero carisma. Carisma es cuando los demás te reconocen el mérito. Tiranía cuando solo te lo reconoces tú mismo y entonces te haces un todo-yo y un solo-yo.
La perturbación del funcionamiento de la Justicia, la falta de transparencia, el engaño como método, el abuso de poder, la arbitrariedad y la corrupción son los enemigos mortales del ‘gobierno por el pueblo’. La democracia es más que procedimientos; consiste también en valores materiales.
c) Gobierno PARA el pueblo hace referencia a la orientación del poder: a qué se dirige la acción del gobierno. En democracia debe dirigirse a servir, con eficacia y acierto, los intereses generales, fórmula que repiten las constituciones democráticas y los discursos, que no necesariamente las obras, de los gobernantes. Traicionan este objetivo democrático aquellas estrategias que, preñadas de cortoplacismo, tienden a hacer cautivo, repartiendo abalorios (y no solo abalorios), el voto de apoyo que permite el varamiento en el poder.
¿Qué puede contribuir a realizar el gobierno del, por y para el pueblo? ¿Modificar la constitución política, densificando el aparato institucional del Estado con un nuevo artefacto, más allá del Tribunal Constitucional: el Guardián de la Democracia? Ello obliga a plantear la consabida pregunta: ¿quién controlará al Guardián? ¿Ponemos por encima de él otro órgano de control, una Torre de Babel de supervisores? La receta sigue siendo fomentar el sentido de la responsabilidad. Esta es la clave de bóveda del edificio democrático. ¿Fórmula vaga? Propuso un jurista brasileño al que se consultó sobre la reforma de la Constitución: «Artículo único: todo brasileño está obligado a tener vergüenza». Bueno, vergüenza o sentido de la responsabilidad.
Pero promover ese sentido no es cosa fácil. Si los medios de comunicación actúan informando también responsablemente (su gran función social), si abandonan la tentación de ser media-cracia y las inclinaciones manipuladoras, existirá una posibilidad de vencer la mediocridad y atraer a líderes competentes y honestos al tremendo y dignísimo servicio de la política. Urge hacerlo.”.

jueves, 20 de agosto de 2020

“En defensa del reinado de Juan Carlos I”, by 70 exministros del PSOE, PP y UCD

Tomado de El Correo, edición impresa, del miércoles 19 de agosto de 2020.

Las numerosas informaciones que aparecen estos días sobre determinadas actividades del Rey Juan Carlos I han excitado una proliferación de condenas sin el debido respeto a la presunción de inocencia. Si sus acciones pudieran ser merecedoras de reprobación lo decidirán los tribunales de justicia. Pero nunca se podrá borrar la labor del Rey Juan Carlos en beneficio de la democracia y de la Nación, so pena de una ingratitud social que nada bueno presagiaría del conjunto de la sociedad española. Esta es la razón por la que queremos hacer pública la siguiente declaración.
El largo reinado de Juan Carlos I (1975-2014) ha constituido la etapa histórica más fructífera que ha conocido España desde, al menos, el comienzo del siglo XIX.
Heredero de los poderes autoritarios de la dictadura del general Franco, el Rey Juan Carlos I hizo saber al poco de acceder al trono su voluntad explícita de renunciar a los mismos para propiciar la organización institucional española de acuerdo con el modelo de las democracias occidentales.
Don Juan Carlos se comprometió a ser el Rey de todos los españoles y pronto se consiguió una España sin exiliados y la superación de las cuestiones que nos habían enfrentado en la historia reciente. La aprobación por referéndum de la Constitución de 1978, después de unas elecciones libres a las que concurrieron todos los partidos políticos, propició la reconciliación entre los españoles y un gran acuerdo nacional, que cumplió con la voluntad del Rey de que España fuera un país europeo e iberoamericano, conforme a su vocación histórica, y una democracia occidental avanzada, donde todos cupieran, abierta al pluralismo representativo y a la alternancia política.
La bien llamada Transición española a la democracia constituyó un poderoso reforzamiento de la autoestima nacional y al tiempo un modelo admirado e imitado internacionalmente. Juan Carlos I desempeñó en este proceso un papel determinante e imprescindible. Fue y sigue siendo cierto el haberle calificado como «motor del cambio».
La Constitución española establece que «la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria»; y define al Rey como el Jefe del Estado, «símbolo de su unidad y permanencia», que «arbitra y regula el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes». A lo largo de sus años de reinado y en desempeño de sus funciones constitucionales Juan Carlos I ha sido invariablemente fiel a sus propósitos democratizadores y a las responsabilidades derivadas del marco institucional, como ocurrió en el 23 F. Ha sabido desenvolverse con permanente atención y cuidado al progreso político, cultural, económico y social del país y de sus ciudadanos, a su rica diversidad, configurada en el Estado de las Autonomías, al prestigio internacional de la comunidad española y a la pacífica y armónica integración de los españoles en sus diversas opiniones, orígenes y creencias.
Bajo Juan Carlos I la institución monárquica, como pocas veces antes en la vida española, ha llegado a desempeñar un papel central e indispensable en la articulación arbitral de los procesos políticos nacionales y consiguientemente ha quedado transformada en una parte básica del funcionamiento de la democracia constitucional española. Buena prueba de ello fue la popularidad que Juan Carlos I alcanzó durante su reinado y la muy amplia aceptación que la Monarquía suscitó en el pueblo español. La Monarquía había llegado a ser, tal como la Constitución preconizaba, una forma de gobierno adecuada a las necesidades y preferencias del pueblo español, útil por su capacidad moderadora y su comportamiento neutral. El Rey actual, Felipe VI, es una viva demostración de tales cualidades, que en sustancia recogen lo mejor y más perdurable del legado de su padre, el Rey Juan Carlos I.
Desde esa óptica, fundamental para comprender el pasado inmediato de la vida española y las posibilidades de su mejor futuro, la defensa del legado del Rey Juan Carlos I no puede equipararse a la protección de un determinado sistema de gobierno sino que debe situarse en el significado global de la Constitución de 1978, sus potencialidades presentes y por venir y la misma pervivencia de España como democracia occidental avanzada. Monarquía parlamentaria, Juan Carlos I y Constitución de 1978 forman un conjunto inseparable de realidades para todos aquellos que hace 45 años, y ahora mismo, aspiran a la continuación y el perfeccionamiento de una España en libertad, en justicia y en solidaridad, capaz de ocupar en el mundo el lugar que sus ciudadanos necesitan y merecen y reconocida por propios y extraños como uno de los elementos fundamentales en la sociedad internacional de las naciones democráticas, prósperas y libres.
Los firmantes de este escrito, que en su momento tuvieron la ocasión y el honor de servir a España en responsabilidades diversas y bajo gobiernos de diferentes orientaciones políticas pero confirmados para ello por la firma del Rey Juan Carlos I o que, al ejercer funciones en representación del pueblo español prometieron o juraron guardar la Constitución, quieren hacer llegar estas consideraciones a los ciudadanos españoles de todo origen, ideología o condición, así como a entidades públicas y privadas, responsables sociales y económicos, autoridades educativas y culturales, y por supuesto a partidos y organizaciones políticas que tienen el respeto a la Constitución como su enseña básica, para que actúen en consecuencia y defiendan por todos los medios democráticos a su alcance la integridad política y territorial de la Nación y el buen nombre de las personas e instituciones que han hecho posible estos últimos y satisfactorios cuarenta años de historia común. Porque de ello en gran medida depende la misma calidad de nuestro futuro.
Agosto 2020

Este año la Vuelta Ciclista a España se retrasa …


... y se acorta (ya no saldrá de Holanda y consumirá sus tres primeras etapas lejos de España), solo 18 etapas, aunque muy interesantes, destacamos dos de sus finales en alto:

· etapa 6ª, 25 de octubre, termina en el Col du Tourmalet.
· etapa 12ª, 1 de noviembre, finaliza en el alto de l’Angliru.

Por cierto, nos morimos de ganas de volver a subir nosotros mismos (será la tercera vez) la mítica cumbre asturiana, a ver si planificamos bien la escalada para el próximo agosto de 2021, porque este veranos la cosa nos la han puesto imposible, aunque hay personas del entorno que prefieren que volvamos a hacer la peregrinación a Santiago, desde la noble y españolísima Villa de Bilbao. ¿Por qué no las dos cosas?, bien simultáneamente, bien separadamente ... ¡ya se verá!.

miércoles, 19 de agosto de 2020

¡Cogno!, ¿cómo no se le ha ocurrido esto al "Snchz"?

¡Cogno!, incluso mejor, ¿cómo no se le ha ocurrido la cosa al Vicepresidente “Coleta Morada”?. Que para eso es el que manda en los “asuntos sociales”.
Síííííííí´, ¿no se acuerdan Vds. como asumió el mando único de las residencias de ancianos de toda España?; que síííííííí, que fue al comienzo del “estado de alarma”, cuando creía que se iba a comer el mundo con solo salir en la tele … pero luego no hizo nada, ni siquiera visitó ni una sola residencia … y la cifra de fallecidos en las mismas es tremenda, pero la oculta.
Si se le hubiera ocurrido a él eso de pagar 1.200 euros a los abuelos que cuiden a sus nietos, habría logrado expiar parte de sus culpas (¡pero solo a juicio de algunos!, unos pocos y de los “suyos”).

martes, 18 de agosto de 2020

Al parecer la muy zorra estaba preparando una bomba que le estalló sobre los “güebos”, o similar localización.

Tomado en préstamo de El Correo de ayer, 17 de agosto de 2020, edición impresa, pag. 18.

¿Revisamos el cupo vascongado?, pá que los NaCis paguen menos al "estao"



Se trata de la misma noticia; el primer titular lo hemos extraído de la portada de El Correo del 26 de diciembre de 2019 (lo teníamos guardado hasta hoy), y el segundo corresponde al texto de la noticia en las páginas interiores.
Merece la pena reflexionar sobre la noticia; el cálculo económico que llevó a la fijación hace 40 años del porcentaje (el 6,24%) de los flujos económicos entre el “estao” y la C.A. de Vascongadas, algo consustancial al Concierto Económico, ha quedado desfasado.
Hasta hace 19 ó 20 años el peso específico económico de las Vascongadas con relación al conjunto de España era bastante superior al 6,24%, por lo que al estar fijado en ese porcentaje el pago de la C.A. vasca al “estao” por las competencias no asumidas (o no transferidas) y que, por tanto, que desempeña ese “estao”, pero que debe financiar la C.A., es decir, el cálculo al gobierno regional de Vitoria le salía muy baratito, esto es, ¡pagaban de menos!, es decir, todos los españoles les hemos regalado mucho dinero a los NaCis de akí.
Pero ahora la economía ha evolucionado y la cosa ha cambiado, y si el peso específico económico de akí ha bajado al 6,00%, ¿por qué pagar de cupo el 6,24%?, resulta que ahora ¡pagan de más!, les sale caro …
La pregunta es ¿y por qué los NaZionalistas no se quejan?, ¿por qué los NaZionalistas no piden una rebaja?.
¡Nadie se lo explica!, pero la explicación es muy simple … como se pongan a revolver en la materia, puede que al final quizás resulte que abran la caja de Pandora … y ¡puede que se les acabe el chollo!.

lunes, 17 de agosto de 2020

¿Y cuantos funcionarios y empleados públicos tenemos en España?. Part II

Lo habíamos anunciado hace unos días, el pasado 10 de agosto (pinchar aquí encima para enlazar), pues bien, seguidamente les ponemos la distribución de empleados públicos por comunidades autónomas
Arriba les ponemos un cuadro con el porcentaje de empleados públicos en relación con los trabajadores del sector privado, y, en el cuadro de bajo, abajo los mismos datos (más bien parecidos por la disparidad de fuentes y por el hecho de que hay 3 años de distancia entre ambos datos) convertidos en una cifra inscrita sobre el mapa de España por regiones.

domingo, 16 de agosto de 2020

El fantasmón, chulo e intolerante, talibán, que fue el tal Julio Anguita

En verano conviene no alejarse demasiado de lo que han sido noticias y análisis de interés durante el curso político precedente; de indudable interés fue el artículo de Antonio Elorza, a cuyo nombre El Correo añadió la indicación de que “fue fundador de Izquierda Unidad en 1986”, tras el fallecimiento de Julio Anguita, que no era un “califa” de andar por casa, sino un “talibán” de tomo y lomo.
Aunque en España es tradicional “ablandar” críticas, por muy justas y razonables que sean, cuando alguien pass away (pasa a mejor vida). Pero Elorza no es asín, y no se anda con chiquitas.
Su artículo en El Correo del lunes 19 de mayo de 2020 decía lo siguiente:

Julio Anguita: la profecía

La muerte de Julio Anguita ha suscitado una amplia atención tanto por lo que representó en la política de fin de siglo como por su singular personalidad. Tal vez la necrología más adecuada para entender su fuerza de atracción sea la escrita por Alberto Garzón, al destacar con emotividad el conjunto de valores que apreciaron en él sus correligionarios y los motivos que les llevaron a imitar reverencialmente su línea política.
No les hacía falta contrastar la validez de sus juicios y posiciones, siempre rotundos, para proclamar que en su persona y en su palabra residían la ética y la verdad. Los discípulos vieron en Anguita a un profeta, y es que él se creía verdaderamente un profeta, y como tal actuaba y hablaba. Estamos en un terreno estrictamente religioso, según acaba de subrayar el más destacado, Pablo Iglesias: «Nos marcaste un camino que algunos quisimos seguir...».
La primera autobiografía de Anguita, ‘El tiempo y la memoria’, de 2006, no aporta datos sobre la política desarrollada en el ejercicio de sus cargos, y menos para entender los momentos más discutibles con la aplicación del criterio de las «dos orillas», el renovado «clase contra clase» de los años 30 que tanto favoreció al PP en detrimento del PSOE. Tanto en las páginas del libro como en las múltiples intervenciones, destaca siempre la voluntad de resaltar su propio personaje, remachando los aciertos y descalificando a los adversarios. Al disentir de sus ideas, un intelectual se convertía en «caso emblemático» de quienes «traicionaron su pensamiento, de los que se vendieron». ¿A quien? No importa.
Anguita contó con las bazas de una acertada presentación de su figura, ser un excelente orador y un imbatible polemista, ya que siempre encontraba una palabra o un dato –verdadero o falso, no importa– para desarmar al adversario. Basta con ir a YouTube para apreciar sus increíbles defensas de Cuba o la URSS. Para salvar lo insalvable, acude a aceptar la presencia de «errores», siempre sin determinar. Todo era según el color del cristal con que él lo miraba, y en esto Iglesias es su mejor discípulo.
El momento más alto de autoestima se encuentra en sus memorias, cuando relata cómo de niño vio pasar a Franco: «¡Si Franco llega a saber en qué se convierte ese niño!», comenta, «¿habría dejado pasar la ocasión de rendir homenaje a Herodes?».
Tal grado de seguridad en sí mismo le resultó útil para encabezar el ascenso de PCE e IU entre 1988 y 1996. Izquierda Unida estaba ya formada desde 1986, al calor del referéndum antiOTAN, y no tardó en contar con el viento en popa de las movilizaciones sindicales contra el Gobierno del PSOE, a partir de la huelga general de l988, justo cuando Anguita toma el mando. Hasta que las «dos orillas» hicieron ver el coste de su autosuficiencia.
El estilo combativo y la capacidad de comunicación de Anguita, su imagen personal de honestidad, habían encajado a la perfección en la coyuntura alcista. Fue entonces un líder muy eficaz. Carismático de vocación. Solo que a partir de la victoria de Aznar sobre el PSOE en 1996, el aislamiento intransigente se reveló un callejón sin salida. Pero su prestigio político quedó a salvo con la desgracia del segundo infarto. Le quedó el papel de profeta desarmado, sosteniendo el hilo rojo de que habla Garzón.
Una y otra vez se ha dicho que Anguita fue un «hombre de principios» Pero sus principios no son los ‘Grundlagen’ de Marx, bases teóricas, sino unos postulados que rigen y legitiman la acción. En sus propias palabras, el anticapitalismo y su complemento, la negación de lo existente, lo cual supone rechazar la vigente realidad económica y política, sin la exigencia de analizarla. Basta con proyectar sobre los hechos los esquemas derivados del postulado esencial para configurar un discurso dualista, con el comunismo como polo positivo y toda otra posición, en negativo. Los argumentos se encontrarán luego. Y el peor enemigo es el que introduce matices o habla de reformas: por eso fue el PCI su chivo expiatorio, reo ante la historia.
Las teorías de Marx, Gramsci, Rosa de Luxemburgo (sic), se convierten en pura referencia simbólica. Con denunciar a los traidores al dogma y propugnar la destrucción del capitalismo, reseñar sus males y anunciar una «alternativa», Anguita completaba su verdadero «programa» revolucionario. Doy fe.
¿Acertó Anguita como profeta? Paradójicamente, la ausencia de análisis concretos, y el rechazo de temas incómodos –como Cuba, Venezuela, la URSS–, favorecían una supervivencia comunista cuando la gran ilusión soviética se había desvanecido. Y ya en este nuevo siglo, piensa mal y acertarás. Con un anticapitalismo primario es suficiente. Pablo Iglesias está ahí para recoger el testigo.