Por
si en nuestro post de ayer no quedó
claro que le decía el uno al otro, arriba les ponemos la traducción que tomamos
prestada de la edición impresa de El Correo de ayer.
Poco
importa ya el cómo o el porqué, ni si era un “posado” o “robado” (como si tratara
de las fotos de una starlette pillada, o no, en bolas en una playa nudista), la
realidad tan claramente retratada prescinde de detalles poco trascendentes:
¡hay lo que hay!.
El “prousés” de cuatro
indocumentados, pero tercos, muy tercos, por mucho que tocaran con primor una
flauta mágica como la de Hamelín, tan potente como para arrastrar detrás a dos
millones de votantes (¡pero menos de la mitad del censo!) no podía llegar muy
lejos … y solo la paranoia (enfermedad
mental que se caracteriza por la aparición de ideas fijas, obsesivas y
absurdas, basadas en hechos falsos o infundados, junto a una personalidad bien
conservada, sin pérdida de la conciencia ni alucinaciones) y el gasto
masivo de recursos públicos que han tenido a su disposición, les ha permitido
mantener la ficción unas semanas: desde el amaño de su consultita tramposa hasta el 155, o, si lo prefieren desde las
trampas en la parlamento regional de primeros septiembre hasta las elecciones
de 21 de diciembre de 2017. Pero c’est
fini.
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