Frases que tienen su aquel ...

“El nacionalismo es completamente anti-histórico.

Es una regresión a la forma más primitiva, cavernaria”,

Mario Vargas Llosa (XL Semanal nº 1.479, 28-02-2016)

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miércoles, 1 de febrero de 2017

"Corrupción a la vasca" ... también a la hay a la catalana, etc.

Un amable lector, tras leer ayer nuestro post sobre el llamado “caso Margüello”, es decir, la corrupción de altos vuelos en la sanidad pública vasca del exlejendacakary Ivarreche, nos ha enviado, con ruego republicación, un artículo en El Correo (25-01-17, pag. 25), que tiene algo de comentario editorial; nos ha parecido de gran interés, así que va:
Muchos ciudadanos vascos –otros no– han mirado durante años el fenómeno de la corrupción digamos que con una cierta distancia. No es que Euskadi fuera el paraíso terrenal que pretendió el PNV con evidente intención política. Pero «aquí al menos no existe una corrupción generalizada, como sí parece que la ha habido en el Estado», se jactaba el lehendakari Iñigo Urkullu en la última campaña para las elecciones autonómicas.
Claro que lo que es susceptible de empeorar casi siempre suele hacerlo. Y la posición vasca en el ránking de las corruptelas acaba de hacerlo en las últimas horas con dos casos en apariencia relevantes. Ambos tienen un rasgo en común: de nuevo sus protagonistas son excargos públicos del partido mayoritario, del PNV.
La jueza que ha investigado durante más de un lustro presuntas anomalías en la adjudicación de contratos en la Sanidad vasca durante la etapa de Juan José Ibarretxe en la Lehendakaritza y de Gabriel Inclán en la consejería anunció ayer la apertura de juicio oral contra los cuatro imputados. Se trata del entonces viceconsejero de Sanidad, Rafael Cerdán; del exdirector del área, José Manuel Elorriaga; del exjefe de Calidad del hospital vizcaíno de Cruces, José Carlos Margüello, y de María Nieves Fernández, socia de este último en varios negocios.
La magistrada entiende que todos ellos se pusieron de acuerdo para delinquir y beneficiar con contratos de Osakidetza a empresas vinculadas a Margüello. La jueza les ha impuesto una fianza de 6,8 millones de euros, en consonancia con el dinero que se cree pudieron embolsarse. La Fiscalía les pide penas que van de los 11 a los 6 años y medio de cárcel por la comisión de sendos delitos de prevaricación, malversación, fraude contra la Administración, y negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios.
Apenas unas horas antes, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia arrancaba la vista oral contra quien durante dieciséis años fue alcalde de Bakio, Txomin Renteria. El antiguo regidor peneuvista se enfrenta a penas de 3 años y medio de prisión y a 10 más de inhabilitación para cargo público por la supuesta comisión de sendos presuntos delitos de prevaricación y falsificación documental en la fallida construcción de un centro de talasoterapia en el pueblo.
De esta forma la lista de exdirigentes, exaltos cargos, exburikides y militantes del PNV procesados por presuntos escándalos de corrupción ronda la treintena. Más de una veintena lo están por el ‘caso De Miguel’, que este año se juzgará en la Audiencia de Vitoria. Otros dos por el fallido coche eléctrico Hiriko, también en Álava. Más los cinco de los casos Margüello y Bakio.
Que el Partido Popular, por ejemplo, tiene bastantes más en el conjunto de España es del todo cierto. Que el PSOE tampoco se salva, igual. Pero la cifra y los casos parecen de la suficiente entidad como para que el partido de Ortuzar empiece a preocuparse, si es que no lo está ya. Y para que muestre a los ciudadanos vascos su pesar porque son ya demasiadas las presuntas ovejas negras que se le han colado en sus filas.
En el ‘caso de Miguel’ ya causó una notable sorpresa política y mediática que el Gobierno Urkullu evitara pedir penas de cárcel para los exdirigentes del PNV procesados, si es que finalmente son hallados culpables. No solo. El Ejecutivo peneuvista solicitó que se eximiera de responsabilidad penal a las esposas de los principales encausados, también afiliadas a la formación jeltzale.
Hoy el Gobierno Urkullu no es monocolor, sino de coalición PNVPSE. Pues bien, ese Ejecutivo ha vuelto a declinar pedir cárcel para los acusados del ‘caso Margüello’. Cabe suponer, mientras nadie diga lo contrario, que por acuerdo entre los socios. Curioso.

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