Una de celos, cuernos y miraditas ñoñas en “Podemos”

Dicen que es políticamente correcto hablar de la mujeres de los políticos (caso Ana Mato o caso Infanta son sólo algunos de los más llamativos, pero ha habido muchos), salvo que los políticos en cuestión sean de izquierdas, o así, en estos casos es muy de “machirulos” (Irene Montero dixit) hablar de las mujeres de izquierdas y de sus relaciones amorosas con los dirigentes de su partido.

Pero aquí no nos cortamos: la foto es inmeditamente posterior a Vistaalegre II, con los "errejonistas" ya puteados, depurados y defenestrados, Irene ocupa ya el lugar más próximo a su novio (el macho alfa de la cosa, o sea, Pablo Iglesias), Errejón desplazado a la fila de arriba y su ex Tania Sánchez escondida en el lugar más oculto del "gallinero". La foto que les ponemos refleja claramente la situación, esas miradas lo dicen todo.

Y para el votante la cosa tiene también su interés, Pablo Iglesias, ahí donde le ven, una especie de nacho-vidal de la política, siempre rodeado de "novias", parece que las militantas (!viva la Aído!) del partido se mueven por los huesitos del jefe.
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