Sí,
así, falsos, como suena. Porque los testigos tienen que ser veraces, objetivos
e imparciales, y no pueden tener relación de amistad o enemistad con los procesados …
y mucho menos dependencia económica, esto es, cobrar (además, en este caso,
cobrar auténticas fortunas) de los mismos, pero es que además, cobrar por el objeto del
proceso judicial.
Carece
de credibilidad la neozelandesa que (ella y sus doce colaboradores) cobraron
muchísimos miles de euros, y además miente ahora cuando pretende enmascarar el
motivo de su contratación … parece que, de repente, ha dejado de ser una
observadora internacional para convertirse en no-se-sabe-qué.
Y
lo del jubileta alemán fue ya de cachondeo … se permitió escurrir el bulto en
algunas cuestiones comprometidas alegando que tiene 73 años … ¡ah!, y cuando quiso hacer una alegato político, el Presidente del Tribunal le cortó en
seco: sus opiniones políticas son perfectamente prescindibles.
Los juristas más expertos señalan que si éstos son los testigos de la defensa, muy
mal deben de tener las cosas, porque no solo no dieron testimonios coherentes con
las tesis de las defensas, sino, que, antes al contrario, sirvieron para dar
legitimidad y adverar una buena parte de los escritos de las acusaciones (Fiscalía,
Abogacía del Estado y VOX, como acusación particular).
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