Está siendo interesante seguir en streaming el juicio
en el T.S. en que se juzga a los golpistas del 1-0. Empezó el 12 de febrero y
ya podemos sacar algunas conclusiones, al margen de la consabida de haberse
convertido en un “sálvese quien pueda” (cada uno con su estrategia particular).
Incluso algunos testigos, procesados en otros juzgados, han utilizado su
declaración en el Tribunal Supremo para establecer distancias con los que ahora están en el banquillo,
autoexculparse, incluso para saldar cuentas pendientes hasta con el huido a
Bélgica.
Va quedando claro que la Generalidad ha montado desde
hace años una administración paralela, pero gestionada por los cargos públicos
y por sus funcionarios comprometidos con la causa, con dinero público, en un
proceso perfectamente planificado para la simulación y el enmascaramiento, para
hacer lo que hubiera que hacer para el buen fin del referéndum del 1-O y la DUI
(declaración unilateral de independencia), pero todo sin dejar rastro; las
ordenes la daba un tal “toni” u otro parecido, todo por teléfono o con reuniones
en bares, nada oficial, no hay “papeles”, hasta se borraron las imágenes de las
cámaras de seguridad, contratación de ingentes recursos al margen del sistema
informático (fuera del cual nada es posible, al menos teóricamente); millones
de euros gastados en carteles, publicidad en prensa, radio y televisión, pero
ni una sola factura ni un solo euro pagado; cuando alguien facturaba a la
Generalidad por error, se le hacía anular la factura, o hacer un contraasiento
contable, o renunciar al cobro (¡que ya se le pagaría de otra forma después!);
parece que todo les salió gratis total, hasta las urnas y las papeletas … y
además todo surgió solo, por generación espontánea, no hay autores
intelectuales ni materiales de nada.
La Fiscalía ha pedido ya el procesamiento de varios testigos que mintieron bajo juramento; en la sentencia sabremos si acabarán también procesados, ¿víctimas colaterales de quien montó el proceso y después huyó en el maletero de su coche oficial a Bélgica?.
La Fiscalía ha pedido ya el procesamiento de varios testigos que mintieron bajo juramento; en la sentencia sabremos si acabarán también procesados, ¿víctimas colaterales de quien montó el proceso y después huyó en el maletero de su coche oficial a Bélgica?.
En nuestra región vivimos algo parecido con los planes Ivarreche I y II,
pero el pragmatismo de los de “akí” hizo que se detuvieran cuando comprobaron
que no podían seguir adelante sin delinquir.
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