¡Ah!,
y junto a él, como si fuera su sombra, estaba su ex Comín, otro que tal baila,
una poquita cosa política que ha asumido su papel de comparsa y limpiabotas del
jefe.
Ambos
“valientes” no se atrevieron a pisar suelo francés, por si les detenían, pero
continúan con su estéril juego de funambulismo: fueron elegidos en las
elecciones españolas al europarlamento (circunscripción única de ámbito
nacional), porque son españoles, pero no quieren acatar la Constitución Española
(además de que no se atreven a pisar el suelo patrio para el trámite, que debe
efectuarse en el Congreso de los Diputados), pero quieren acceder al cargo en
representación del conjunto de la ciudadanía y de la nación española, para
desde él conspirar contra España, quieren también el sueldazo multimillonario
que le pagaríamos todos los españoles, pero se burlarían de nosotros cada vez
que abrieran la boca contra España y en favor de su paranoia separatista. Un
caso este del PutchdelMonte, ¡ah!, y su limpiabotas.
Menos mal que la justicia europea les está empezando a tomar la medida y
ya es posible que nunca más vuelva a transigir con sus excentricidades
ilegales, en base a darle el beneficio de la duda. Ya no puede haber dudas:
actúan desde la ilegalidad, desde la ilegitimidad y pretenden inocular en Europa
el virus de la desmembración … tesis que, es de esperar, que nadie en la vieja Europa esté dispuesto a
tutelar, como quien cría y cultiva un cáncer que provocará la muerte de su
portador.
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