Se supo este martes,
pero la broma es del 22 de septiembre, cuando un par de avioncitos rusos
(Tupolev 160) se pasearon por la costa atlántica de Europa desde Noruega hasta
el mismísimo Bilbao (o alrededores).
Y hasta ahí (o sea, hasta akí) podían legar los jodíos rusos, porque Bilbao es mucho Bilbao, ¡hasta pá los rusos!, y aquí, sobre Bilbao, como no podía ser menos, se acabó la incursión rusa ... ni noruegos, ni ingleses, ni franceses, ni europeos varios ... sobre el espacio aéreo de Bilbao fueron rechazados y tuvieron que volver por dónde habían venido, huyendo con el rabo entre las patas (dicho se en sentido figurado).
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