Los “artistas” de la
foto son dos: la tonta útil (“¿y qué
más?, D. Ferchu”) “podemita” de Navarra, que para desgracia de los navarros
es la presidenta del parlamentito regional, y el “Carnicero de Mondragón”,
especialista etarra en asesinatos, con 17 muertes sobre su conciencia (si la
tuviera), incluido un niño de 13 años que se llamaba José María Piris (el
segundo de los 22 niños asesinados por el terrorismo nacionalista vasco).
Lo menos que puede
hacer la “podemita” es abandonar su puesto; al frente de una institución
electiva no debe figurar alguien que se relaciona innecesariamente con un
asesino multirreincidente que se siente orgulloso de sus 17 crímenes.
Por
cierto, interesante e¡l comentario de El Español de este pasado domingo (pinchar aquí encima para enlazar), titulado: ““El Carnicero de Mondragón”: cuando un asesino múltiple se convierte en
“artesano de la paz””. Se podrá decir de cualquier otra manera … pero
difícilmente mejor.
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