Este
pasado miércoles, D. Mariano Rajoy, en su calidad de ciudadano, de persona
normal de la calle, compareció en juicio en calidad de testigo. Dicen que
estuvo bien; dos horas contestado preguntas de varios abogados del PSOE que
pretendieron asaetearle como presunto culpable de no-se-sabe-qué, aunque su
presencia era sólo como testigo, que para esto último fue citado; dicen que don
Mariano contestó 150 preguntas, sin papeles, “a pelo”, sin ningún escudo, ni
espacio ni tiempo para repensarse las respuestas … y dice que actuó de forma
natural, sincera, convincente, que respondió a todo y a todos, y que, en
definitiva, ganó el pulso al que le sometía el Partido Socialista disfrazado
con tres togas, pretendiendo convertir la sede judicial en un pseudo
parlamentito de tercera (fue tal el ínfimo nivel de quienes le interrogaron).
Llamó
la atención que poco después de terminar don Mariano su comparecencia judicial,
Pedrín “Snchz” (cada día más chiquitín él), a su vez, compareció en su sede
para una falsa rueda de prensa (falsa porque no admitió preguntas), aunque al
final aceptó contestar una sola pregunta, y lo hizo con un latiguillo al uso, y sin
ningún interés ni contenido en la respuesta. De ahí nuestro titular de hoy: “Rajoy:
150, “Snchz”: 1”.
Pedrín
“Snchz” se limitó a leer su rollo, enlatado, preparado días atrás, sin tener en
cuenta el desarrollo de la declaración testifical del ciudadano Rajoy, es
decir, fue una comparecencia anodina, propia de alguien que cree que tiene que
decir algo, porque supone que interesa a alguien, pero no se esmera en estar al
cabo de la calle de lo último (¡que era de unos minutos antes!), y además, como
el tipo carece de capacidad para improvisar, para hacer análisis de urgencia …
lo suyo fue una chorrada, envarado, supuestamente con aire trascendente, pero
sin nada real que decir a la ciudadanía.
Se
ve que así, con 3 años por delante, va a hacer repetidamente el ridículo, y se
va a diluir como un azucarillo.
Mariano, ¡convoca ya elecciones generales!, para que “Snchz” pueda sacar
un escañito, ¡y parecer que es algo o alguien!, aunque esa convocatoria le
represente al PSOE otro “resultado histórico”,
o sea, bajar una docenita más de escaños, o quizás docena y media.
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