Pues
sí, Don Mariano, sin elevar el tono de voz, sin molestar a nadie con apelativos
tremendistas (al estilo de los nuevos NaCis catalanistas) ha hecho lo que tenía
que hacer: parar, templar y mandar, que es la forma adecuada de lidiar los
morlacos más voluminosos, mastodónticos, pero torpones como ellos solos …
El
mantra de Rajoy está siendo más que suficiente: “la aplicación de la ley”;
aunque en esto no ha sido nada original, pero, ¿qué otra cosa es posible en un
Estado de Derecho?.
Pues bien, está siendo suficiente la simple aplicación de la
ley (incluso con la previa modificación en los aspectos en que la ley era insuficiente,
como fue con las competencias del Tribunal Constitucional para poder ejecutar
sus propias resoluciones), con los ritmos necesarios, incluso para algunos
cansinos, pero no, al tratarse de una carrera de fondo (y Rajoy practica ese
deporte, las caminatas de resistencia), el ritmo está siendo el adecuado … y ya
llegará la hora del sprint final, en vísperas del 01-X.
Y entre otras medidas …
no hay como “tocar el bolsillo” de los infractores. Mano de santo. Hasta los
más radicales independentistas catalanes se van a bajar del burro si corren el
riesgo de que a ellos les toque pagar el fiestorro.
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