La
inmediata former Vicepresident Soraya
Sáenz de Santamaría es, como mujer, al margen del cargo que ha ejercido durante
los últimos siete años, un oscuro objeto de deseo para los machistas de otros
partidos que quieren imponer su condición de seres superiores, de hombres, a
cualquier precio.
Soraya
es una mujer, es una mujer físicamente menuda, pero intelectualmente es enorme,
muy superior a casi todos los machirulos
adversarios políticos que le rodean, no en vano logró el éxito en una de la
oposiciones más duras de España, la de Abogado del Estado, a los 27 años,
habiendo sido la primera de su promoción de la Facultad de Derecho de la Universidad
de Valladolid. Y esto les jode muchos a los machirulos
de “Podemos”, del PSOE e incluso del PNV.
Pero
lo peor es que los comportamientos machistas de los partidos a los que pertenecen
los miserables que acosan a Soraya, son bendecidos por las falsas feministas y
por las machorras de esos mismos partidos y, en general, por todas las
supuestas defensoras de la mujer, que en realidad no lo son, porque solo
defienden a las mujeres que están ideológicamente en su onda.
El
machismo del macarra de Monedero es evidentísimo en la foto que ha recorrido todas
las portadas de la prensa española, tomada al concluir el debate de la ya vieja
(¡esto va muy rápido!) moción de censura: lo que el macarra Monedero le dijo,
cómo se lo dijo, y el hecho de ponerle la mano encima durante todo el mucho tiempo
que duró el encuentro …
Es
machismo puro y duro porque esa forma de conducirse de Monedero no la habría
tenido con Rajoy, ni con ningún otro miembro del gobierno de Rajoy; pero con
Dña. Soraya sí. E insistimos, ninguna feministorra, machorra o impostora del feminismo
ha abierto la boca.
Por
cierto, el mamarracho de Monedero es un tipo mafioso (¡la pasta que se ha
llevado de Venezuela a cambio de nada!) y una nulidad profesional e intelectual:
a sus 55 años no ha logrado una plaza en la Universidad a través de una
oposición limpia, no es catedrático, es un mediocre profesorcete que pulula por
ahí en base a los repulsivos contactos de sus compañeretes ideológicos, de enchufes
puros y duros, como es el caso del propio Errejón o el de “Coleta Morada” (y la
novia de turno que tenga); la universidad española es muy vulgar, de escaso
nivel y muy endogámica: si tienes a un amiguete dentro, ¡estás dentro!, ¿quién?, ¡estás dentro tú también!.
¡Ah
y si lamentable fue el comportamiento de Monedero, el mamón de Antoñito Ortuzar,
el jefe actual del PNV, tampoco le anduvo a la zaga el sábado 26 de noviembre
de 2016, en Guernica (Vizcaya), durante el acto de la jura de Urcuyo en la Casa
de Juntas; esa forma de saludar a alguien a quien no conoces personalmente, que
es un cargo relevante del gobierno de la nación, es un signo claro de
superioridad machista … que obviamente no le gustó nada a Dña. Soraya, se le nota
en la casa, se ve como le “hace la cobra”, y bascula hacia atrás, y cómo
intenta zafarse de abrazo machista del oso del PNV.
Seguramente
la buena educación de Dña. Soraya en estas ocasiones le ha jugado una mala pasada:
¡no tiene porqué consentir que nadie le ponga la mano encima!, un manotazo a
tiempo, un gesto de desaprobación, una frase ingeniosa y dura (que puede tener
una buen colección de ellas, en reserva, para soltar “ad hoc” en cada momento),
habría venido muy bien, ¡y nadie se lo podría reprochar!.
Dña. Soraya, como mujer, tiene que hacerse respetar.
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