Después de arrancarle a Rajoy las mejoras en el
Cupo (lo que Albert Rivera llamó “el cuponazo”) e inversiones multimillonarias
en las Vascongadas en los presupuestos de 2018, aun en trámite, … una semana
después llegó la traición, la deslealtad …
Nadie que sepa algo de la trayectoria desde siempre del PNV puede mostrarse sorprendido; nos acordamos bien de lo que hizo
Arzalluz en el debate constitucional: después de obtener muchas mejoras para su ideología con el compromiso de apoyar la Carta Magna, hizo campaña por la
abstención … por lo se aprobó akí por amplísima mayoría, pero con escasa participación,
y ahora (y desde poco después) el PNV la deslegitíma la Constitución un día sí, y otro también, porque
“no fue políticamente aprobada”, en base a que hubo mucho elector
abstencionista.
Si
el PNV fue tan sucio y desleal en el inicio de la democracia, ¿qué se puede
esperar de esa gentuza en momentos críticos para España, como los que ahora se
viven?.
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