Es de todos sabido que desde hace décadas en el
Athletic de Bilbao manda el PNV, por eso, entre otras razones menores (el que
paga manda, o el que manda hace que otros paguen los lujos) el nuevo San Mamés
no lo pagaron los socios, sino todos los contribuyentes vascos a escote, a través
de las instituciones vascas (local, provincial y regional) dominadas y
controladas por el partido de Sabino Arana, pero, ¡eso sí!, con la complicidad
de los tontos de todos los partidos que se corren de gusto cuando les llevan,
de vez en cuando, como simples comparsas o tontos útiles a presenciar algún partido
en la tribuna.
La prueba de esa sumisión perruna del club de fútbol
al PNV la tienen en la presentación de una dos candidaturas en liza para la
presidencia del club, la tocada por la mano sucia del nacionalismo depredador e
independentista (nuestra imagen de hoy).
El dibujo que precede a la imagen tiene varios
años y circula por Internet.
Así
que cómo nos vamos a tragar la imbécil philosophia
parda de nuestrrro Athletic. Su
propensión a evidenciar los muchos apellidos vascos-vascos de su plantilla,
que, por cierto, cuando no los hay la técnica de reemplazo consiste en cambiar el
nombre de pila del jugador por un apodo con mucha “tx” o “tz” de por medio, o llegar
al ridículo de aquel jugador de la Real de San Sebastián que pasó de
apellidarse “Vaquero” a “Bakero”, que ¡manda güebos! (Trillo dixit). Al estilo
de aquel anuncio de un banco local, en plena Transición, que vendía su imagen con
un lema repugnante, supremacista: “Oies,
yo antes, cuando vine de Extremadura, era Francisco Tejado, pero ya aquí me fui
a la herriko, ¡y ya soy Patxi Tellitu!”. (Léase con acento forzado al gusto
del paisito).
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