A
finales de junio tuvimos noticia de que un año más, y van …, llegarían en breve
a Bilbao un grupo de niños de Ucrania, de la “zona de influencia de Chernóbil”,
estarán por aquí entre nosotros más de dos meses, prácticamente todo el verano,
alojados en familias de voluntarios y, en ocasiones, con ayuda institucional de
algunas administraciones locales.
Ucrania
tiene una población similar en número a la de España, y su superficie es un 20%
mayor que la española; tiene el segundo ejército más grande de Europa, una
impresionante flota naval en el Mar Negro y económicamente es un país potente,
que, incluso, fue organizador de la Copa de Europa de Fútbol de 2012 (España
ganó la final por 4 a 0 frente a Italia en Kiev, que está muy cerca de Chernóbil,
a unos 130 kms.; ninguno de nuestros furbolistas volvió "radioactivo", que se sepa). Y, por cierto, Chernóbil está en la frontera norte del país;
un suponer, como Bilbao, en relación con la superficie de España.
La
verdad es que llama la atención que 33 años después del accidente de la central
nuclear de Chernóbil (abril de 1986), y con la que aquí está cayendo, tengamos
que seguir haciendo caridad con los niños de un país rico, o tirando a rico, que no lo necesita.
¿Cuándo dejaremos de ser los ignorantes desinformados “pagafantas”, tan
fáciles de manipular?.
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