Parece mentira que quienes
nunca han donado nada de los suyo a los demás (más bien se han aprovechado de la
buena fe de los demás para comprar sus “casoplones” y llegar al gobierno, tanto
él como su pareja de ahora) sean tan miserables con quienes sí regalan parte de
lo que es sólo suyo a los demás ciudadanos, sobre todo en material sanitario
para el Servicio Nacional de Salud.
Son tan canallas que
criticaron a Amancio Ortega cuando el año pasado regaló 290 equipos para tratamientos
contra el cáncer, de última generación, valorados en 320 millones de euros.
Ahora la donación de
Amancio Ortega es menos cuantiosa, pero igualmente necesaria: mascarillas y
ropa de protección necesaria para el personal sanitario que se enfrenta al
coronavirus. Sus empresas la producen … y él nos la regala. ¡Gracias, don Amancio!.
Miserable el canalla de
jefecillo “podemita”.
¡Ah!,
tampoco parece que Willy Toledo, o el Tal Wyoming. O Víctor y Ana, o M. Ríos, o
Sabina, hayan donado nunca nada a nadie.
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