El domingo El Correo nos daba en primicia la noticia de cómo el PNV esta “moviendo ficha” a favor de la Eta-Batasuna, en su enésimo disfraz; parece que son como portavoces de la banda, subsección Eta-Batasuna, hasta hora lo hacía con oficio y aprovechamiento el mocetón guipuzcoano que es el tal Josechu Eguivar, pero ahora parece que el líder máximo de la secta sabiniana le toma el relevo, y el mismísimo Urcuyo se hace con la palabra para decir lo que el lector puede ver aquí arriba (más información en páginas interiores del periódico, que no les enlazamos para no favorecer a los NaCis locales).
Pero la información no se ha quedado en la noticia del domingo; la misma redactora nos trajo ayer la continuación:
“El futuro de la izquierda abertzale
Dirigentes del PNV obligan a Urkullu a reconsiderar su negativa a ir a la marcha de Sortu
El EBB decidirá hoy si envía una delegación, a pesar de que su líder rechaza «hacerles la campaña gratis» ”.
La cúpula sabiniana toma hoy la decisión, lo sabremos muy avanzado el día, y si merece la pena … mañana les comentaremos algo.
Pero la información no se ha quedado en la noticia del domingo; la misma redactora nos trajo ayer la continuación:
“El futuro de la izquierda abertzale
Dirigentes del PNV obligan a Urkullu a reconsiderar su negativa a ir a la marcha de Sortu
El EBB decidirá hoy si envía una delegación, a pesar de que su líder rechaza «hacerles la campaña gratis» ”.
La cúpula sabiniana toma hoy la decisión, lo sabremos muy avanzado el día, y si merece la pena … mañana les comentaremos algo.
1 comentario:
Cuando algunos hablamos de esa relación del PNV-ETA en el sentido de padre e hijo pródigo, no exageramos un pelo.
Sin el PNV, ETA habría desaparecido hace tiempo, o por lo menos sería mucho más debil, apostaría mi vida en ello.
Ello por no hablar del papel del peneuvero Gorka Agirre en el asunto faisan. Va siendo hora de señalar al PNV y estudiar sus responsabilidades en el mantenimiento de la estructura etarra con sus subvenciones a ciegas. Pueden no tener deudas legales, pero desde luego sí morales, políticas e históricas.
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