PNV: la posición más indecente sobre la nueva-vieja Eta-Batasuna

Ha habido reacciones para todos los gustos desde que Eta-Batasuna, por voz de su speaker habitual (uno de los tradicionalmente considerados “duros” de la banda), Rufichu, leyera el lunes en Bilbao su última milonga.
El esquema es simple; cuando Eta (subsección Eta-Batasuna) se “mueve” (aunque sólo sea de “boquilla”) todos los nacionalistas (¡será una cosa de solidaridad sabiniana!) están encantados, aplauden la cosa, dicen que ven “avances” donde nadie más los aprecia, y piden una oportunidad para ellos (como para los maletillas en el tardofranquismo); por su parte, los demás partidos y personas, es decir, los no contaminados por la caduca ideología NaZionalista, se sitúan en la distancia intelectual y ven la cosas con más objetividad … de ahí su “ver para creer” y, de entrada, no dejarse engañar por la mera retórica de las palabras dichas con intención (la de poder presentar candidaturas para el 22 de mayo de 2011).
La posición NaZionalista sobre la cosa es de auténtica desvergüenza, nada ha cambiado salvo que está vez Rufichu en lugar de amenazar con mal tono y poniendo cara feroz, este lunes se ha puesto la pelliza de piel de cordero .. a ver si cuela.
Pero la más indecente posición NaCi ha sido la del PNV oficial: cierra filas con el nuevo disfraz de la vieja Eta, y pide su legalización y que pueda concurrir a las elecciones de mayo … pero, ¡ojo al parche!, lo hace con la boca pequeña, y realmente no desea que "sartu" pueda presentar candidaturas, porque esto supondría al PNV la pérdida de muchos miles de votos, que pueden ser determinantes para consolidar, o perder, el mando en ayuntamientos y diputaciones. ¡Un drama para el PNV y sus muchos estómagos agradecidos, por un lado, y hambrientos de más "txollos", por otro!.
La mejor estrategia para el PNV consiste en pedir en público la legalización de “sortu”, y en privado hacer comentarios y gestiones para que no se produzca, esperar que así suceda y después hacer campaña electoral dirigida a retener esos votos nacionalistas que, en otro caso, irían a la vieja-nueva Eta-Batasuna. ¿Jugada perfecta?, ¡de momento sí, perfectísima!, pero ya veremos que da de sí toda esta "movida".