Ayer conocimos que el apaiz (o sea, el cura) de la iglesia católica NaZionalista vasca
llamado Juan Cruz Mendizábal Irízar, que en la neolengua sabiniana es conocido
como Juan Kruz Mendizabal, alias “Kakux”, que llegó a ser Vicario General
de Guipúzcoa durante tres años, hasta que se descubrió “el pastel” en
marzo-abril del año pasado, ha sido hallado culpable de pederastia por el
Vaticano y, en consecuencia, condenado a “diversas
penas expiatorias ex cann. 1336-1338 CIC y de otras medidas administrativas y
disciplinarias”, ¡ahí queda eso!, ¡con un par!.
Pero mucho nos tememos que la condena es, por
utilizar un latinajo al uso, “pecata
minuta”; no estaría nada mal que las dos víctimas exigieran en los
tribunales ordinarios la correspondiente reparación en el aspecto terrenal (es decir, aplicación del código penal e indemnizaciones), al
tiempo que animaran a otras víctimas (que probablemente la hubo) a presentar
las oportunas denuncias.
Mientras
tanto, el NaZionalismo vasco, que en la cosa de los curas es akí una institución más venerada y más
potente que el propio Vaticano, permanece silente; ¿será porque el cura pederasta guipuchi forma parte de la panda peneuvista?, recuerde el amable lector que el tal Mendizabal, alias "Kakux", fue uno de los firmantes del manifiesto contra el Obispo Munilla al ser nombrado, porque no era de los suyos (algo como lo que pasó en Bilbao con otro Obispo que no gustaba a los NaCis de Sabino's house, recuerden aquello de "loro viejo no aprende a hablar" del canalla Anasagasti).
Por cierto, las veleidades de los curas NaCis con la cosa del sexo tiene su larga tradición; en una de las biografías del aitá Arzayus se cuenta una anécdota que viene al caso; parece que en cierta ocasión, alguien con ascendiente sobre él dentro de la institución jesuítica le preguntó: "¿Sabes Javier en que se parece un cura a un árbol de Navidad?", y ante la cara del sorpresa de quien después fuera el pope del NaCismo vasco, enseguida le dio la respuesta: "¡Pues en que tienen las bolas de adorno!".
Por cierto, las veleidades de los curas NaCis con la cosa del sexo tiene su larga tradición; en una de las biografías del aitá Arzayus se cuenta una anécdota que viene al caso; parece que en cierta ocasión, alguien con ascendiente sobre él dentro de la institución jesuítica le preguntó: "¿Sabes Javier en que se parece un cura a un árbol de Navidad?", y ante la cara del sorpresa de quien después fuera el pope del NaCismo vasco, enseguida le dio la respuesta: "¡Pues en que tienen las bolas de adorno!".
Pie de foto: portada de la edición impresa de El Correo de ayer (de arriba abajo, a cuatro columnas).
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