Pues estaría muy bien; puede aportar mucho desde su
experiencia política y de gestión. Y si obtiene el cargo, ¡eso sí que sería
vida!, nada que ver con La Moncloa, estaría todo el día en “el candelabro”, y
sin mayores complicaciones.
¡Anímese,
D. Mariano!, ¡hombre de Dios!.
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