Ayer
recordábamos como se autodefendió un monumento franquista del “ataque”
antifranquista (¡80 años después!) que pretendía demolerlo. Hoy ponemos la
referencia y el enlace (pinchar aquí encima) a un artículo
de opinión publicado en El Correo el pasado 10 de julio, para denunciar la
falsificación de otro capítulo de la mal llamada memoria histórica, en este caso concreto en el
bombardeo que sufrió el pueblo de Ochandiano (Otxandio en la neo lengua
nacionalista vasca).
La falsificación a continuación:
“«El día 22 de julio de 1936 dos Breguet Br.
19 con insignias republicanas procedentes del aeródromo de Recajo (Logroño)
aparecieron sobre Otxandio, donde se estaban celebrando las fiestas patronales.
Tal como registraron varios testigos oculares, volando por debajo de los 70
metros los pilotos atrajeron mediante gestos a un nutrido número de niños que,
como había ocurrido en días anteriores, esperaban una lluvia de cuartillas
gritando ‘papelak die!’ (¡octavillas!). Tras practicar varias vueltas a unos 70
metros de altura, bombardearon y ametrallaron el centro urbano, durante unos 25
minutos, ejecutando repetidas pasadas y lanzando todas las bombas que portaban.
El periódico ‘Euzkadi’ publicó la cifra de 39 muertos. A día de hoy hay
registrados 61 muertos, las tres cuartas partes civiles, de los que 24 eran
menores de edad» (fin de la cita). Xabier Irujo en ‘Gernika’, (Editorial
Planeta, 2017)”.
La verdad ahora:
“Bueno, la verdad es que basta acudir a los
periódicos bilbaínos de aquellos días para saber más datos en torno a estos
hechos, pues nunca se habían ocultado hasta ahora. Y son los siguientes.
Abortado el alzamiento en Bilbao y detenidos los pocos militares implicados, el
día 21 de julio se formó una potente columna de fuerzas mandada por el Teniente
Coronel Vidal Munárriz que desfiló por la Gran Vía y que partió en camiones y
autobuses a la conquista de Vitoria. La formaban casi un millar de soldados
(dos Compañías del Batallón de Garellano), guardias civiles y guardias de
asalto, miñones y algunos milicianos anarquistas y socialistas. La columna se
dirigió a Vitoria pero a la altura de Villareal fue localizada por un avión
Breguet de los sublevados que la hostilizó y les arrojó octavillas.
Desmoralizada por el encuentro, retrocedió hasta Otxandio y se instaló con sus
camiones entre las casas del pueblo. Allí es donde fue localizada y bombardeada
al día siguiente por los otros dos Breguet 19 que salieron de Recajo en su
busca. La columna no se movió ya de Otxandio, en cuyos alrededores se fijó el
frente a partir de ese momento.”
Y una aclaración final, probablemente
innecesaria:
“Advertencia: este artículo no
pretende justificar ni excusar el bombardeo en cuestión. El lector es mayorcito
y será capaz, seguro, de hacerse su propio juicio. No es una versión
«revisionista», «negacionista» o «neofranquista» de los hechos para ver de
darles otra interpretación. Es sólo un relato de lo ocurrido que intenta ser
completo y dar al lector toda la información existente sobre un hecho, que es
lo mínimo que se espera de la historia y lo mínimo que permite formar una
opinión válida. Lo otro no es historia, son «historias».”
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