En agosto es cuando tenemos más presente a nuestra bici, casi dormimos con ella; cada mañana nos vamos juntos a hacer un buen montón de kilómetros; y cuando la cabalgada es en solitario (básicamente porque otros se han “rajado”), tenemos tiempo para pensar.
En
el petit tour o “tourcito” que hicimos ayer recordamos la absurda polémica del cartel de la
Vuelta Ciclista Femenina a Vizcaya en su edición de 2016 (imposible recordar su enrevesado nombrecito en la
neolengua NaCi), que es una carrera profesional femenina que se corre en Vizcaya en abril desde hace casi tres décadas.
La
polémica la lanzó una de esas asociaciones de mujeres guerreras que consideró que
el cartel anunciador de la carrera de este año era “sexista”, ¿por qué?, porque
aparece la foto (primera de las que hoy ponemos) de la ganadora de la edición del año pasado (Kataryna
Niewiadoma, polaca) lanzando un discreto beso a alguien; quizás, a lo mejor (a lo peor), también es "sexista" porque en el cartel inicial (el retirado, segunda imagen que hoy ponemos) igualmente aparece, bajo su caso, la coleta de la ciclista belga
Jessie Daams.
A
nadie molestó el lanzamiento del beso, salvo a las feministorras
de turno y al melifluo “Instituto Vasco de la Mujer”, que recomendó retirar el
cartel de marras.
¡Qué
paisito de gilipollas!, evidentemente de “gilipollas” de uno y otro género, o
sexo, o lo que sea, para no incurrir en “el absurdo Aído” de diferenciar entre
gilipollas (ellas) y “gilipollos”
(ellos).
¡Ah!, por cierto, una asociación feminista seria y de acreditada solvencia, la "Clara Campoamor", negó el carácter sexista del cartel de marras, pinchar aquí para enlazar con la información.
¡Ah!, por cierto, una asociación feminista seria y de acreditada solvencia, la "Clara Campoamor", negó el carácter sexista del cartel de marras, pinchar aquí para enlazar con la información.
En
aquellas semanas previas a la carrera, surgieron muchas disquisiciones
posteriores a la retirada del cartel, en las que se barajaron posibles soluciones
a la artificial polémica:
·
para la portada de la revista oficial de la Vuelta (“bira” en la neolengua NaCi,
hasta ahí sí llegamos) cabía utilizar la foto de la ciclista guipuzcoana Dorleta
Eskamendi (la joven del maillot blanco que ponemos como tercera foto del post).
·
para el cartel de la edición 2016 sería muy razonable poner la foto de un
numeroso grupo de mujeres ciclistas rodando en pelotón (ponemos la versión
inicial del cartel, con mensajes en inglés, como cuarta foto de hoy), idea que
no llegó a cuajar, aunque se utilizó durante algunas semanas de impasse.
Finalmente, y ya pocos días antes del comienzo de la
carrera, conocimos el nuevo y definitivo cartel oficial de la edición 2016, sugerido (¿o diseñado?) por la
ciclista alavesa Lourdes Oyarbide (estudiante de Ingeniería de Diseño
Industrial); repite la imagen de ganadora de la edición 2015, Kataryna
Niewiadoma, pero en lugar de vérsele lanzando un beso, aparece rodando en la
carretera con el maillot de líder (quinta y última foto, en la que prescindimos de la publicidad que aparece al pie).
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