Este pasado miércoles 22
de julio se ha desvelado que el PSE firmó hace dos meses un pacto secreto con
el PNV, en el que los canallas NaCis vascos, aprovechándose indecentemente de
la situación de alarma sanitaria, arrancaron al canalla de “Snchz”, y, ¡claro!,
robaron a todos los españoles algo más, aún no sabemos qué.
Fue el 20 de mayo, en vísperas
de la votación del real decreto que autorizaba la quinta prórroga del “estado
de alarma”, y los canallas del PNV, que veía hay cerca el fin del chollo, le
apretaron las clavijas al débil “Snchz”.
Y pacto secreto al
canto.
Y bajada de pantalones
de “Snchz”.
Y nuevo expolio a los
españoles.
Y nueva constatación de
la indecencia del PNV.
Y la determinación de
que habrá que adoptar las medidas necesarias, ¡tan pronto como sea posible!,
para revertir la mayoría de los “logros” del PNV.
La pena es que esto lo deberían
haber hecho hace décadas “sociatas” y “peperos”, pero no lo hicieron, ni
acreditaron un mínimo de sentido de estado, ni algo más elemental, por metapolítico:
falta absoluta de patriotismo.
Los de C’s, en su escaso
recorrido (y puede que les queden un par de telediarios), se presentaron como
adversarios encarnizados de los nacionalismos parásitos (¡que son todos!); en
lo que respecta a las Vascongadas se mostraron contrarios al Concierto y al
cupo (ellos lo denominaron “cuponazo!), pero el fuelle se les acabó inmediatamente
porque, a pesar de ganar las elecciones catalanas de diciembre 2018, akí nunca han rascado bolo, ¡hasta la
gilipollez del P.P. de regalarles 2 diputados regionales el pasado 12 de julio.
Por cierto, nada dirán ninguno de esos dos “gorrones” políticos de sus
planteamientos originales: ¡a cobrar del parlamentito regional vascongado, y a callar!.
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