No
vamos a hacer especiales comentarios, el sectarismo de la canalla Colau es tan
inmensamente grande como su pequeñez personal, intelectual y política, bueno de
ella y de su impresentable “equipo” de “poca-cosas”, como el argentino ese que
huyó de su país y se vino a España a hacer la revolución.
Pues bien, el
sectarismo de atacar a las instituciones de la Nación y personalmente al Rey
Juan Carlos I, acaba de ser objeto de sentencia, cuya parte dispositiva expresamente determina que “la obligación" del ayuntamiento de "colocar el retrato de su
majestad el Rey en un lugar preferente y de honor de su salón de plenos con
expresa imposición de costas”.
Evidentemente el retrato a colocar es el
del Rey ejerciente, D. Felipe VI, pero tanto da. Es más que probable que la
Colau y los suyos recurran la sentencia, con ánimo de seguir estirando la
cuerda y continuar con sus desprecios y desafíos al conjunto de la ciudadanía
barcelonesa, catalana y española.
La retirada del busto (en la imagen) de Juan
Carlos I la hicieron el 23 de julio de 2015, ¡a ver cuándo se repone la imagen
del Jefe del Estado!, ya Felipe VI.
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