Los NaZionalistas vascos
vienen presumiendo desde hace muchos años de la sanidad de akí, no en vano la estafa política que es el concierto económico y
el cupo ha dotado de más financiación a esta región que al resto de las autonomías
(por eso están tan empeñados los separatistas catalanes en copiar para ellos el
mismo sistema), pero como en todo lo demás, detrás de esa pretenciosa afirmación
hay una gran mentira: la sanidad pública vasca, o sea, el Servicio vasco de
salud, no es mejor que ningún otro de los servicios autonómicos de salud de España
que conforman el sistema nacional de salud, es más, está en la cola … la bajca es una sanidad muy ideologizada,
en ella tiene más valor a la hora de obtener plaza el saber vascuence o el ser
del PNV, que saber algo de medicina.
A este respecto recuerde
el amable lector aquella magnífica colaboración en prensa de un miembro (Dr. D.
Juan Casado Flores, especialista en Cuidados Intensivos Pediátricos) de un
tribunal de las oposiciones de médicos en el S.V.S. que se titulaba: “El poder
curativo del euskera”; se publicó en el diario El País, el día 20 de octubre
de 2007, ¡y sigue plenamente en vigor!.
Decía:
“Recientemente he participado, como experto, en
el tribunal para seleccionar a los médicos pediatras especializados en niños
críticamente enfermos de los hospitales públicos del País Vasco. Me ha
sorprendido el baremo que, obligatoriamente, por indicación del Gobierno vasco
(oferta pública de empleo del sistema vasco de salud, resolución 1082/2006),
tienen que aplicar todos los tribunales que eligen a los médicos de cualquier
especialidad de esta comunidad autónoma. Por ejemplo, conocer el euskera son 16
puntos, mientras el inglés, un máximo 2 puntos, aunque paradójicamente los
avances en los conocimientos médicos se publiquen casi el 100% en inglés, 0% en
euskera; todas las publicaciones científicas y ponencias a congresos, un máximo
4 puntos; haber recibido todos los cursos y entrenamiento posibles, un máximo
de 6 puntos; ser catedrático de universidad en la materia, 1,20 puntos. En
definitiva, un médico especialista que sepa euskera (siendo deseable tener este
conocimiento), pero sin ningún otro mérito, tiene muchas más posibilidades de
ser elegido para ocupar una plaza fija de médico especialista que el médico con
mayor experiencia y reconocimiento en su área. Desconozco si la población vasca
está informada de este sistema de selección que prima conocer el euskera sobre
la experiencia para operar o diagnosticar a un paciente. Esta endogamia
lingüística tendrá, sin duda, repercusiones negativas sobre la salud de la
totalidad de la población, porque lo que ésta precisa es ser tratada por los
facultativos más capacitados y mejor entrenados, independientemente de que
sepan o no euskera. No alcanzo a comprender las causas por las que los
usuarios, sindicatos y las asociaciones profesionales no protestan por esta
forma de selección”.
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