El texto completo de la
noticia que leemos en O. K. Diario el sábado 28 de marzo de 2020 es el siguiente:
“La Guardia Civil ha montado un hospital de
campaña en el polideportivo de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) en la lucha
contra el coronavirus. Efectivos de la Benemérita han trabajado durante días en
el acondicionamiento de este centro y no han dejado escapar ningún detalle.
Prueba de ello es el logo que aparece en las colchas de las camas
habilitadas, que no es otro que el de el propio cuerpo de la Guardia
Civil.
Este
detalle no pasará desapercibido entre el separatismo catalán. Este municipio es
el mismo en el que agentes de la Benemérita denunciaron que a sus hijos se les
señalaba en el colegio tras el referéndum golpista del 1 de octubre de 2017. El
alcalde de Sant Andreu de la Barca es Enric Llorca, del PSC. La localidad
cuenta con más de 27.000 habitantes.
Los
agentes de la Guardia Civil, una parte de ellos encuadrados en el Grupo de
Reserva y Seguridad (GRS) nº 4 y otros pertenecientes a la Comandancia, han
estado desplazando material propio como camas, colchones, almohadas, mesillas y diverso
equipamiento médico. Además han acondicionado el suelo del
polideportivo con láminas de goma.
Este centro deportivo pasará a ser un hospital de campaña con
capacidad para atender a 140 vecinos de la localidad. El Ayuntamiento de la
localidad y la ONG Médicos sin Fronteras han supervisado las tareas de montaje,
desarrolladas íntegramente por la Guardia Civil.
HIJOS DE LA BENEMÉRITA SEÑALADOS.
En
2017, varios agentes comenzaron a denunciar ante las autoridades tras comprobar
que a sus hijos se les estaba señalando en los colegios e institutos como
hijos de la Guardia Civil. Les pedían que se levantaran y explicaran a
sus compañeros qué les había parecido la labor policial realizada por sus
padres en las puertas de los colegios durante aquel referéndum de independencia
ilegal.
Algunos
de los menores, recuerdan todavía hoy sus padres, volvían llorando a casa en
esos días posteriores al 1-O por la presión a la que se les sometía en algunos
centros educativos.
Aquellos hechos fueron puestos en conocimiento de la
Fiscalía de Menores por parte de la Asociación
Española de Guardias Civiles (AEGC)por si resultaban
constitutivos de un delito de odio y de acoso de menores. Una situación que se
dio en decenas de municipios con el mismo objetivo: los hijos de los guardias
civiles. Los mismos que hoy ceden material y montan hospitales de campaña en
pocas horas para salvar vidas frente al covid-19”.
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