Frases que tienen su aquel ...

“El nacionalismo es completamente anti-histórico.

Es una regresión a la forma más primitiva, cavernaria”,

Mario Vargas Llosa (XL Semanal nº 1.479, 28-02-2016)

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

lunes, 6 de abril de 2020

Gobierno vasco del PNV y Covid-19: entre la autarquía y la xenofobia


Ayer domingo leímos en la prensa de akí (El Correo), una larga entrevista (media portada y tres páginas completas en el interior) a la Consejera de Salud del gobierno regional de las Vascongadas, ella se llama Necane Murga.
En la entrevista hay de todo, pero el periódico hace un apartado dentro de la misma, con el subtitular que hemos puesto hoy como imagen del día, que dice: “Me arrepiento de haber confiado tanto en proveedores chinos”.
Pues bien, por una vez en la vida vamos a poder decir que en algo estamos de acuerdo, en esta singular ocasión, con una dirigente NaCi de akí.
China, la China popular, que es una dictadura comunista de manual: partido único, dictadura del proletariado (más bien de los dirigentes), ausencia total de libertades (políticas, de información, de participación, de expresión, de manifestación, de empresa, sin propiedad privada, etc.), con la economía planificada dirigida por el partido, no es ejemplo de nada, pero parece que en occidente nadie se había dado cuenta de todo esto, como buenos paniaguados, nos conformábamos con recibir productos de mala calidad, de baratillo, a precios irrisorios (parejos, obviamente con sus graves deficiencias), los bazares “chinos” han proliferado como setas, incluido toso occidente, toda Europa y toda España, tanto como los restaurantes chinos, que les precedieron un par de décadas antes. La consigna podría ser “barato, barato”, o “mierda china a precios de saldo”.
Y en base a esa gilipollez universal, la China comunista de hoy, heredera de Mao Tse Tung (ahora habitualmente escrito como “Mao Zedong”), ha estado creciendo en su PIB durante muchos de los últimos años, a un ritmo superior al 10% anual, con lo que se ha convertido en la gran potencia mundial emergente, superior a Rusia y muy muy cerca ya de los Estados Unidos.
Actualmente todos los países del mundo dependen de China, porque China elabora muchísimos componente que casi todas las empresas del mundo necesitan para sus procesos de fabricación. Son piezas que los chinos fabrican en grandes series, que les salen muy baratas, tanto por el volumen (economía de escala) como por las pésimas condiciones de casi esclavitud de los trabajadores chinos.
Así que será necesario que los gobiernos y las empresas occidentales dejen de comprar tantas cosas a los chinos, mientras las pequeñas empresas locales tiene que cerrar porque no pueden competir con los trabajadores de una dictadura.
Las empresas españolas, como los agricultores españoles, trabajan con altísimos niveles de calidad, lo cual repercute en sus costes de producción que, obviamente, tiene que trasladar a sus precios … y esos precios no pueden competir con los chinos.
¡Cambiemos el chip!, paguemos algo más por productos españoles, de acreditada calidad, que mejorarán el nivel de vida de muchos compatriotas, reducirá el paro, evitara que el campo se siga vaciando y, cuando vuelvan las épocas duras y de carencia de productos vitales, ni estaremos desabastecidos, ni dependeremos del chantaje de productores foráneos, ni gastaremos lo que no tenemos para enriquecer a quienes desde el exterior nos extorsionan en nuestros estados de necesidad.

No hay comentarios: