Los casi 600 días en que el hijodeputa ese (y alguno más) tuvieron secuestrado al modo de los campos de exterminio nazis al Sr. Ortega Lara, y su intento de que acabara muriendo de hambre y sed (al no revelar, una vez detenidos "in situ", el lugar concreto donde habían instalado el agujero infecto en el que le retenían) convierten a los secuestradores en auténticos sádicos. Uno de ellos (el que protagoniza esta “movida” proetarra) se está muriendo de cáncer (¿será una cuestión de justicia divina?).
El hijodeputa es un criminal de muchos quilates, había secuestrado antes a Julio Iglesias Zamora y había asesinado a tres guardias civiles. Y quien sabe si cometió otros gravísimos delitos (hay más de 300 asesinatos etarras sin esclarecer) que no se le han podido imputar.
Por cierto, muchísimos vascos celebramos en todos los rincones de España (incluido este que levita en el ciberespacio) que José Antonio Ortega Lara sobreviva a sus secuestradores, ¡larga vida para él!, y ¡corta, cortísima, para ellos!.
2 comentarios:
Galindo, dónde cumple condena el otro hora "preso con enfermedad incurable", por ello liberado, tras cumplir sólo 3 años de los 75 años a los que estaba condenado en firme, por secuestro, tortura y asesinato,??
Creo que vive en una enorme placidez...
Pues eso...
Buenas, D. Ferchu:
Creo que no es cuestión de piedad, sino de hacer cumplir la ley. Y la actual no te obliga a excarcelar al preso por razones humanas, o humanitarias, o como quieran llamarlas.
Lo que la ley actual te da es la posibilidad de escoger el camino. Creo que no se trata ni de venganza, ni de piedad. Se trata de hacer cumplir la ley escogiendo el camino más lógico: Si tiene una enfermedad terminal, hoy en día se pueden calcular, con bastante porcentaje de acierto, las semanas, o días, que le falta a una persona enferma para irse de este mundo de forma definitiva. Ahí sí podría ser el momento de sacarlo de la cárcel. Pero no antes.
Piedad tendría que haberla tenido este asesino y torturador cuando, una vez capturado, no tuvo los arrestos de decirles a los integrantes de la Guardia Civil el lugar exacto donde estaba el Sr. Ortega Lara y la forma de abrir el escondite.
Espero que, como usted escribió, la vida de este criminal torturador asesino sea lo más corta posible. Lo deseo de todo corazón. Y no siento ser tan cruel.
Me ha salido un tocho de comentario. Disculpe.
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