Que las Vascongadas se nos llenen de norteafricanos hijos del Islam y de subsaharianos, y el total de la inmigración extranjera se vaya acercando al 20% del total de la población (como en otras muchas regiones de España), está muy bien, nos "ponemos las pilas" (más bien nos las ponen los inmigrantes), nos sitúan en la realidad de cualquier rincón de Europa ... pero (el "pero" es sólo para los NaZionalistas) a algunos se les "funden los plomos"; Sabino Arana no deseaba esto para su quimera separatista: quería vascos racialmente puros, con docenas de apellidos vascos, sin "contaminación" de sangre de otros orígenes ... y, además, el complemento a su ideario racista estaba en el idioma: vascuence obligatorio para todos. Pero, con esta avalancha de magrebíes y subsaharianos, ¿podrán los hijos de ... de Sabino impone su ideología?.
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