Es una pena que el sacrificio personal que muchos cientos de militantes del P. P. vasco, algunos de los cuales han llegado a pagar con su vida la militancia en el partido o su trabajo en las instituciones, empezando con Miguel Ángel Blanco, pero no sólo con él, porque el primer asesinado del P. P. fue un candidato en las primeras elecciones al Parlamento regional vasco, llamado Vicente Zorita, que ese sacrifico personal haya sido malbaratado por los miserables políticos profesionales que sólo buscan seguir en el sillón y seguir cobrando sueldos políticos y buenas dietas, con coches oficiales, secretarias, etc.
La desgracia de políticos mediocres o/y oportunistas al frente del P. P. es la tradición: un Jaime Mayor Oreja que vivía en Madrid y llegaba tarde a los plenos del parlamento; Carlitos Iturgaiz, que sólo sabía algo de vascuence, y rien de rien plus; María San Gil, que de simple auxiliar administrativo de Gregorio Ordoñez pasó a lideresa sin la suficiente preparación; Toñito Basagoiti, otro pelanas sin oficio ni beneficio que no hizo otra cosa que perder apoyo popular en cada comparecencia electroal ... y ahora la Sra. Quiroga, que no empieza con buen pie: ser mona y del Opus Dei, hoy por hoy, ya no es garantía de nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario