Hoy se va a producir, unas pocas horas después de publicar este post, la primera declaración del joven guipuzcoano (Zumárraga, 15 enero 1968), de familia instalada en el stablishment político vitoriano, en el nacionalismo vasco militante y de panza llena, llamado Iñaquichu Urdangarín. ¿Y qué puede pasar?.Si son ciertos todos los documentos que hemos ido conociendo en estos tres últimos meses, lo lógico es que pase lo siguiente:
· el juez no decretará su ingreso en prisión, pero sí la retirada de su pasaporte (téngase en cuenta que, al parecer, ha desviado muchísimo dinero a paraísos fiscales).
· sin posibilidad de viajar, Telefónica, que le tiene contratado para un altísimo puesto relacionado con su actividad en el exterior, debería rescindirle (o dejar en suspenso) su contrato de trabajo, dejar de pagarle el sueldo, dejar de pagar el alquiler de la mansión en Chevy Chase, el colegio de los cuatro niños, la seguridad privada, etc.
· si el Iñaquichu no puede viajar a Washington, ni trabajar, y su empresa actúa en consecuencia, lo lógico es que su familia regrese de forma inmediata a España.
· salvo circunstancias no previsibles el futuro penal del Iñaquichu es muy jodido.
· es más que posible que sea condenado a una pena de prisión superior a 2 años, luego ingresaría en la cárcel, tendría que desprenderse de todo su patrimonio (creado con lo que robó), para devolver el dinero público del que se apropió; su futuro laboral es nulo.
· su mujer se divorciará.
No es que al Iñaquichu se le vaya a poner a los pies de los caballos; se ha puesto él solito y lo lógico es que se atenga a las consecuencias, aunque salga muy mal parado de este asunto.
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