Parece que hay unas 3.500 “onegés” en las Vascongadas, que tienen unos 36.000 trabajadores en
plantilla, y con las que colaboran además unos 125.000 voluntarios; pues bien,
parece que el parlamento regional de Vitoria está ultimando una ley (¿se
aprobará el mes que viene?) que regulará todo este entramado mayormente
solidario pero en el que también hay algunas cosas “raras”. Recuerde el
informado lector que el presidente de una de estas “onegés”, radicada en Bilbao, protagonizó hace unos años un
escándalo mayúsculo (delito de apropiación indebida continuada entre los años
1996 y 2006, de más de 7,5 millones euros) con el resultado de una condena de 6
años de cárcel.
En sede parlamentaria el representante de UPyD “pidió algunos cambios para evitar que se
abra un “coladero” … en particular a aquellas cuya única función, aseguró, “es
dar trabajo a sus miembros” y salir en busca de subvenciones públicas”.
Y ese es uno de los grandes problemas: las “onegés” no dedican ni un solo euros a
sus proyectos sociales … ¡hasta que no han recaudado lo suficiente para pagar
los alquileres de sus oficinas, gastos generales, secretarias, personal
administrativo a sueldo, agua, luz, calefacción, teléfono, etc.!. Incluso son,
a veces, meras tapaderas que algunos se han montado para su propio interés
laboral, una especie de “emprendedores” cuyo finalidad es garantizarse el
autoempleo.
A
ver cómo queda regulado este asunto y qué medidas de control se articulan al
respecto, para evitar abusos, que en este país estamos hartos de timadores,
estafadores y corruptos que además, en este acaso, contarían con el agravante
de “montárselo” abusando de los buenos sentimientos de la gente sencilla de la
calle.
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