El engaño “podemita” toca a su fin

Han bastado apenas unos pocos meses para que se quede con el culo al aire el encantador de serpientes, el flautista de Hamelín, el que dice hoy una cosa y mañana la contraria, sin cortarse un pelo, el que ha cambiado de familia ideológica (o de camisa, o de chaqueta) cada pocas semanas, el que tiene un discurso rancio, apolillado y apestando a naftalina, aunque lo disfrace (como tantas cosas) como “nueva política”, el que esconde sus vídeos más canallas, etc. pues bien, a ese se le desmorona el chiringuito, han bastado unos pocos meses para que esa manida “gente” en la que se escuda siempre, su gente, le vuelva la espalda.

Empezará ahora en “Podemos” una lucha estalinista por el poder que llevará a los más brutos y radicales a dominar la organización y, en consecuencia, las candidaturas que presenten, los programas, etc. y así empezará el principio del fin; en muy poco tiempo será una formación residual que apenas logrará masa crítica suficiente para formar grupo parlamentario. ¡Al tiempo!.