La noticia nos causó una enorme impresión, cuando nos llegó por las ediciones electrónicas de los medios escritos: el hecho en sí, su crueldad extrema, la elección de la víctima por llevar una camiseta de la organización de caridad "Help for Heroes", lo rocambolesco de los momentos posteriores al asesinato.
El joven soldado profesional Lee Rigby (foto de arriba), de 25 años, pagó con su vida el tributo que la libertad exige por permitir que vivan entre nosotros auténticos criminales que, simplemente, aun no han hecho nada ... pero sólo hasta que se les presente la menor oportunidad.
Aquí abajo uno de los dos asesinos.
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