Los del PNV planifican con el culo

El primer día y el primer gran atasco.

El viernes por la noche se cerró el viaducto que desde la avenida Arana permite llegar a la autopista A8, para ir hacia Santander (a la derecha) y hacia San Sebastian (a la izquierda), y sobre todo, facilita el acceso a la Villa desde todas las localidades de la periferia norte y de la margen izquierda de la ría del Nervión. Y ayer, sábado, se abrieron al público los nuevos accesos, con enorme atasco.

La capacidad de los accesos cerrados desde la noche del viernes 17 de mayo era de 60.000 vehículos diarios. Pues bien, la alternativa que han diseñado los "listos" del PNV que están al frente del Ayuntamiento de Bilbao y de la Diputación de Vizcaya, tiene una capacidad inferior en 20.000 vehículos diarios a la del viaducto cerrado, que, por cierto, pretenden derribar en los próximos meses.

Hasta los más tontos del lugar dicen que es una barrrrrbaridad (con todas esas "erres" lo pronunciaría el mismísimo Arzayus) diseñar una infraestructura para el acceso viaro a una gran ciudad, que estará en servicio los próximos 50 años, con datos de circulación de hace 20 años.

Es difícil de entender tanta torpeza, y que la única salida que propone el concejalete de turno es que los usuarios, los ciudadanos, hagan un "cambio de actitud", y si  no (su segunda gatera), nos sirve anticipadamente una disculpa torpe: "¡ya avisamos!".

Lo de que a los ciudadanos se les obligue a "cambiar de actitud", a "reeducarse", cuando los políticos quieren, es algo propio de las dictaduras: Mao, Pol Pot, el gulag ... y nos preocupa.

Llama también la atención que el alcalde Azcuna (que es menos tonto que la mayoría de los suyos) y al que le gusta meterse en todos los "saraos" porque ha hecho del populismo y de su impostada aldeanía su seña de identidad, ni aparece, ni se sabe nade de él, ni se le espera; como tampoco ha habido (¡y a estos del PNV les gusta la pompa más que comer y chuparse los dedos!) ningún acto oficial: ni el de cierre de un viaducto construido en tiempos de Franco, ni por la apertura de los nuevos accesos, ¿será porque son estrechos, escurridos, escasos e insuficientes?, ¡ah!, y por cierto, esta broma nacionalista de mal gusto ha costado, dicen, 215 millones de euros, si no más.

Error nacionalista grave. Colapso anunciado. Problema para décadas. Seguramente sólo hay una solución: que no derriben el viaducto por el momento, no sea que haya que abrirlo al tráfico de nuevo dentro de unas semanas.