Menos de dos años ha durado la “aventura” de Laurita
Mintegui en el parlamento regional autonómico vasco; en realidad nunca apuntó
nada en él, era la persona encargada de “guardarle la silla” a Arnaldo Otegui,
que no pudo ser candidato (estaba, y sigue, en la “trena”) al parlamento de
Vitoria, y a la presidencia autonómica, en las elecciones de 21 de octubre de 2012; pues bien, Laurita como “segundo
plato” ha durado un año y 10 meses (si bien, se cogerá las vacaciones de verano
con cargo a su aún escaño y al presupuesto del parlamento) y materializará la
dimisión el próximo mes de septiembre, ¡no es lista la tía, ni ná!.
No es de extrañar que Laurita haya tomado la decisión
la misma semana en la que el Tribunal Constitucional ha decretado que su
“tapado” siga en prisión, ha logrado con ello un efecto multiplicador de su
anuncio de retirada; ha sido como una venganza porque su abandono de la
política se debe a que ha sido “relegada
de la primera línea política en los últimos meses” (¡pues que se había
creído la tía!).
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