No sabemos que decidirá el Consejo de Ministros sobre
esta nueva pretensión de atentado contra el derecho a la igualdad de los
ciudadanos: algunos condenados en firme, incluso tras recurrir infructuosamente
en casación ante el Tribunal Supremo, se quieren acoger a la trampa, al atajo,
a la gatera del indulto.
Este individuo no solo no colaboró con la Justicia,
sino que puso todas las trabas posibles para impedir que los tribunales
conocieran toda la verdad del asunto … y cuando ya no tiene cauce para seguir
pleiteando, admite los hechos y pide que le indulten.
En el nuevo curso político, que empieza el breve, este
asunto puede, o no ser nada (irrelevante total) si el Gobierno de Rajoy no
accede a la petición (cosa que debe hacer), o convertirse en un escándalo si
indulta a este sujeto (esperemos que no).
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